La Biblioteca del Módulo FCEQyN del Campus Universitario se denominará «Luis Arturo Franzen y Juan Mariano Zaremba», en homenaje a los estudiantes de Ingeniería Química de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), víctimas de la dictadura iniciada en 1976. El acto de nombramiento será el jueves 23 de marzo a las 11 horas y participarán familiares y allegados de los homenajeados, víctimas de la última dictadura militar en Argentina, docentes, estudiantes, no docentes, autoridades universitarias, provinciales y municipales.

Juan Mariano Zaremba fue secuestrado el 1 de septiembre de 1976, era el mayor referente de la Juventud Trabajadora Peronista (JTP). Trabajaba y estudiaba Ingeniería Química.

Luis Arturo Franzen fue detenido con 24 años. Lo asesinaron en la Masacre de Margarita Belén, Chaco, el 13 de diciembre de 1976 luego de someterlo a crueles torturas, al igual que a otros estudiantes y trabajadores secuestrados.
Los organizadores invitan a toda la comunidad a ser parte de este importante evento, en el marco de la Semana de la Memoria.

Los estudiantes Figueredo, Franzen y Zaremba en el corte de ruta, en reclamo de una escuela para lso niños del Barrio Sesquicentenario de Posadas.
En reclamo de educación para todos
En los archivos de la memoria hay una foto que define claramente las luchas de estos jóvenes: un corte de ruta 12, a la altura del arroyo Zaimán, para exigir, al gobernador Irrazabal que había asumido hacía muy poco tiempo tras la anterior dictadura, una escuela para el barrio Sesquicentenario, que se conocía entonces como Barrio Tatú, por la forma de los techos de las casas que lo caracterizaban.
En la imagen están el Negro Figueredo, estudiante de Letras en Humanidades, estudiante que también fue víctima de la dictadura, junto a Zaremba y Franzen (Historias con Nombres Propios I. Compiladora Lic. Amelia Rosa Báez).
La respuesta a los reclamos, que incluyeron dictado de clases a los niños en plena ruta, llegó enseguida de parte del gobierno y se construyó una escuela con cortes de madera, en que todos colaboraron y se pudo inaugurar al poco tiempo.
“Nuestro sueño era de la patria justa, libre y soberana, y trabajábamos en nuestro tiempo libre en los barrios, alfabetizando, limpiando escuelas, dando clases de apoyo”, destacó Graciela Franzen en una entrevista con Info Exactas. En 1974 y recién recibida como Perito Mercantil había cursado Ingeniería Química, en la Facultad de IQ. Algunas materias cursaron con su hermano Arturo, quien ingresó en 1975 tras cumplir con el Servicio Militar Obligatorio como marino.
Graciela fue militante de la Juventud Peronista (JUP) y también fue secuestrada y torturada, al igual que Arturo, su madre, su padre y dos hermanas. Como sobreviviente, su compromiso es mantener viva la memoria y el pedido de justicia social.
“La educación pública es un derecho que te da el Estado, que antes no había porque la universidad era arancelada (en 1949, el decreto Nº 29.337 estableció la gratuidad universitaria). La educación pública es un derecho pero también es una obligación, implica estudiar, aprender, no solo asistir a las clases. Y hay muchas herramientas que posibilitan que los chicos estudien: becas de comedor, boleto gratuito, albergue”, destacó Graciela.
La visitamos a mediados de marzo en su casa, la casa de su familia, sobre calle Britez, cerca del centro de Posadas. En su patio reina la diversidad vegetal, con más de 100 especies de plantas, muchas de las cuales fueron sembradas por su hermano Arturo.
“En los juicios (2008), quienes lo conocieron a mi hermano Arturo en los campos de concentración, me decían que él siempre se acordaba de este patio, les contaba cómo era y siempre quería volver, pero nunca volvió”, destaca Graciela. Una palma que trajo de Cerro Azul y una coralia que también plantó en el terreno, siguen en pie y mantiene su recuerdo vivo.
“Yo pienso que él está acá, y al igual que mi padre y mi madre, está conmigo en cada cosa que hago, en todas estas luchas que son tan lógicas, como derecho a la salud y a la alimentación, que era lo que promovíamos y reclamábamos, para los barrios más desprotegidos, como, por ejemplo, el Barrio Santa Rosa y Sesquicentenario (zona Arroyo Zaimán, detrás del supermercado Vital) y el barrio Regimiento.
Pensar en el otro
Irma Zaremba recuerda a su hermano con mucho afecto. Si bien parte de su familia prefiere no recordar esos duros tiempos, ella guarda en su memoria los momentos compartidos, que no fueron muchos, ya que no se criaron juntos. Oriundos de San Martín, ella con apenas 8 años fue llevada a un colegio religioso de Oberá, con internado. Su hermano se radicó en Posadas de muy joven y fue seminarista.
“A todos nos inculcaron el respeto, el trabajo, mi hermano siempre era muy solidario, siempre pensando en los otros, colaborando, promoviendo cooperativas. Fue seminarista por un tiempo, pero luego dejó, él observaba las cosas y veía que los curas decían una cosa y luego hacían lo contrario, entonces eso él lo cuestionaba. Y por eso los curas le dijeron que él era subversivo y no querían que siguiera”, recordó Irma en una reciente visita a la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales. (Original de InfoExactas)
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