El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, reclamó una solución al descontrol y la desorganización en la canalización de la ayuda para Haití y el establecimiento de un mecanismo para gestionar la asistencia. «Hasta ahora hay mucho compromiso de apoyo pero necesitamos más mecanismos para canalizarla mucho mas unitariamente; que no siga todo el mundo haciendo cada uno lo que le parece en Haití, sino que hagamos todos algo juntos», indicó Insulza a periodistas.
A su llegada al hotel de Punta Cana -este de República Dominicana- donde mañana tendrá lugar la Cumbre Mundial sobre el Futuro de Haití, el titula de la OEA indicó que lo principal es determinar cómo se configura una «estructura política y ejecutiva estable para canalizar toda la ayuda que está disponible».
Recordó que la reunión del miércoles «culmina» el proceso iniciado con la cumbre realizada en marzo en Nueva York, donde se aprobó la donación de 5.300 millones de dólares durante los próximos dos años para reconstruir Haití, devastado en enero pasado por un terremoto que dejó 300.000 muertos y un millón de damnificados.
Un total de 54 países estarán representados en la cumbre, en la que se abordará la manera de reforzar el apoyo político al país caribeño y las fórmulas para involucrar al sector privado en el proceso de refundación.
«Lo importante es que de aquí en adelante (…) empecemos a medir nuestro apoyo en Haití no por nuestros compromisos de dinero, sino por los compromisos de trabajo», expresó.
En ese sentido manifestó la necesidad de crear un mecanismo por el que «todos los recursos, o más bien todas las promesas, vayan a un fondo en el cual se puede determinar quién hace qué de una sola manera».
En ese sentido, respaldó que ese mecanismo esté bajo el control de la Comisión Interina para la Reconstrucción de Haití (CIRH), que encabezan el primer ministro haitiano, Jean Max Bellerive, y el ex presidente estadounidense Bill Clinton.
Por otra parte, Insulza se mostró favorable a la realización de las elecciones previstas en Haití para noviembre, a pesar del desastre de enero, y recordó que en el pasado en Europa se han llevado a cabo comicios incluso en periodos de guerra.
«No veo por qué en Haití no puede haber elecciones, esas son excusas para no hacer elecciones», subrayó, al señalar que el presidente de Haití, René Préval, «ha dicho muy claramente que él quiere que haya elecciones el día que toca hacer las elecciones y que va a entregar el mando el día que le toca entregar el mando».
En ese sentido, adelantó que la OEA va a ayudar al proceso electoral con asistencia técnica y con una misión de observación, en dos tareas independientes. El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, reclamó una solución al descontrol y la desorganización en la canalización de la ayuda para Haití y el establecimiento de un mecanismo para gestionar la asistencia. «Hasta ahora hay mucho compromiso de apoyo pero necesitamos más mecanismos para canalizarla mucho mas unitariamente; que no siga todo el mundo haciendo cada uno lo que le parece en Haití, sino que hagamos todos algo juntos», indicó Insulza a periodistas.
A su llegada al hotel de Punta Cana -este de República Dominicana- donde mañana tendrá lugar la Cumbre Mundial sobre el Futuro de Haití, el titula de la OEA indicó que lo principal es determinar cómo se configura una «estructura política y ejecutiva estable para canalizar toda la ayuda que está disponible».
Recordó que la reunión del miércoles «culmina» el proceso iniciado con la cumbre realizada en marzo en Nueva York, donde se aprobó la donación de 5.300 millones de dólares durante los próximos dos años para reconstruir Haití, devastado en enero pasado por un terremoto que dejó 300.000 muertos y un millón de damnificados.
Un total de 54 países estarán representados en la cumbre, en la que se abordará la manera de reforzar el apoyo político al país caribeño y las fórmulas para involucrar al sector privado en el proceso de refundación.
«Lo importante es que de aquí en adelante (…) empecemos a medir nuestro apoyo en Haití no por nuestros compromisos de dinero, sino por los compromisos de trabajo», expresó.
En ese sentido manifestó la necesidad de crear un mecanismo por el que «todos los recursos, o más bien todas las promesas, vayan a un fondo en el cual se puede determinar quién hace qué de una sola manera».
En ese sentido, respaldó que ese mecanismo esté bajo el control de la Comisión Interina para la Reconstrucción de Haití (CIRH), que encabezan el primer ministro haitiano, Jean Max Bellerive, y el ex presidente estadounidense Bill Clinton.
Por otra parte, Insulza se mostró favorable a la realización de las elecciones previstas en Haití para noviembre, a pesar del desastre de enero, y recordó que en el pasado en Europa se han llevado a cabo comicios incluso en periodos de guerra.
«No veo por qué en Haití no puede haber elecciones, esas son excusas para no hacer elecciones», subrayó, al señalar que el presidente de Haití, René Préval, «ha dicho muy claramente que él quiere que haya elecciones el día que toca hacer las elecciones y que va a entregar el mando el día que le toca entregar el mando».
En ese sentido, adelantó que la OEA va a ayudar al proceso electoral con asistencia técnica y con una misión de observación, en dos tareas independientes.