La pequeña localidad de Cerro Corá, a pocos kilómetros se Posadas, la capital provincial, despertó en la siesta del miércoles (07/09) con un cuadro horripilante: un hombre asesinó a otro a machetazos; luego procedió a retirar el corazón y las vísceras. Metió partes extrañas en la boca del cuerpo inerte y a continuación utilizó los intestinos de la víctima para enlazar las muletas del muerto en forma de cruz. Cuando llegó la policía el homicida estaba aún junto al cadáver.
Un hombre identificado como Lorenzo Ramón Da Rosa (40) fue asesinado a machetazos en el paraje Las Quemadas, municipio de Cerro Corá. Por el hecho arrestaron al homicida, José Andrés Q. , de 37 años (se encontraba junto al cadáver), ex pareja de la concubina de la víctima, Teresa del Carmen Venecio (42), que fue quien llamó a la Policía.
La víctima, quien por tener una pierna amputada se movilizaba con muletas, mostraba lesiones en todo el cuerpo.
El primer informe forense registra múltiples lesiones, «con presencia de cuerpo extraño en orificio bucal, múltiples heridas punzocortantes en cuello, profundas, apertura de cavidad torácica y abdomen medio con evisceración y presencia en cavidad abdominal de presas de pan». También se verificaron en ambos brazos y ante brazos múltiples heridas contuso cortantes profundas.
Un detalle tremendo es que además «se observa intestino delgado extracorpóreo uniendo dos muletas de madera en forma de cruz por delante del cuerpo».
El sospechoso, que al momento de la detención in situ aún tenía el machete en mano, también atacó a la mujer, quien fue pareja del acusado. Como consecuencia del ataque presentaba lesiones en el rostro.
La Policía dio intervención al Juzgado de Instrucción Seis de Posadas, a cargo del juez Ricardo Balor, quien estuvo presente en la escena junto a su secretario de turno. También estuvieron las autoridades de la Unidad Regional X.
Efectivos de la Policía Científica periciaron el lugar y se incautaron tres machetes y prendas de vestir del acusado
La pelea
Según testimonios, Da Rosa se encontraba en la vivienda donde convivía con la mujer, hasta donde ingresó el agresor y se generó una discusión entre el recién llegado y la mujer. Ante la escalada de la disputa y la posibilidad cierta de violencia contra la mujer, intervino el actual concubino, pese a no tener la pierna izquierda y movilizarse con ayuda de muletas, trató de sacar por la fuerza al revoltoso del predio, momento en que empiezan a golpearse. En ese momento, Andrés Q. extrajo un arma blanca con la cual hirió en el pecho a Da Rosa.
Aún en esa condición de desventaja, el herido logró expulsar a Andrés Q.
La situación volvió a complicarse, pues el agresor se aleja unos metros para regresar y desafiar a una pelea franca a da Rosa.
El dueño de casa lo enfrentó, pese a que el otro hombre tenía en sus manos un machete, y terminó muerto a la vista de la mujer.
Después de haberle asestado dos golpes letales a Da Rosa, Andrés Q. siguió con su brutal conducta y comenzó a destrozar el cadáver con el resultado descripto al principio, ante el horror de la mujer, que logró llamar a la Policía.
Cuando los uniformados llegaron, se encontraron con el horripilante cuadro: la víctima tendida sin vida, a metros del ingreso a la propiedad. Al lado del cadáver estaba Andrés Q., que fue esposado en el acto.
Cuando arribó al lugar el juez de Instrucción 6, Ricardo Balor, dispuso de inmediato el traslado del sospechoso a la comisaría de Profundidad, donde se le practicó un test de alcoholemia con resultado negativo.