Incluso, en un momento posterior del diálogo, la mujer del recientemente expulsado del cuerpo legislativo misionero le confió a su marido que tiene “miedo” por el devenir de la causa por la que está detenido con prisión preventiva.
Tras el allanamiento, realizado por agentes de la división de Cibercrimen, se secuestraron dos computadoras del programa Conectar Igualdad y un disco rígido externo que fueron hallados en una bolsa. También se incautaron una CPU y cuatro teléfonos celulares.
En las próximas horas se procederá a analizar el material secuestrado para evaluar la situación judicial de la mujer.
Otra novedad en el caso en el que los hermanos Germán y Sebastián Kiczka son acusados por consumo y distribución de material de abuso sexual infantil es que la Justicia apunta a una secretaria del Juzgado de Apóstoles que podría quedar implicada por encubrimiento.
La mujer es la esposa del abogado del ex diputado y es señalada por los investigadores porque cerca de las 10 de la noche del 22 de agosto, horas después de que Germán Kiczka fuera desaforado en la Legislatura de Misiones y ya fuera considerado prófugo por la Justicia, recibió una llamada en su teléfono móvil por parte del acusado y mantuvo una conversación por varios minutos, pero aún siendo funcionaria judicial nunca dio aviso a las autoridades pertinentes. De momento, su actitud es objeto de investigación.
Sebastián Kiczka fue citado a indagatoria por el juez Miguel Faria y prestará declaración durante la mañana de este jueves en los tribunales de la ciudad de Apóstoles.
Será justo una semana después de que se presentara ante el magistrado su hermano, Germán, aunque en el caso del ex diputado fue él quien pidió declarar.
Fuentes judiciales le confiaron a Infobae que no sienten muchas esperanzas de que quien fuera detenido en San Juan de la Sierra, a solo 40 kilómetros de su casa, aporte un testimonio sustancioso. Más bien creen que va a afirmar que es inocente de los cargos que le imputan.
La semana pasada, en su declaración ante el juez, de las dos computadoras que se habían secuestrado hasta ese momento y que le pertenecerían, Germán Kiczka negó ser el dueño de la que le incautaron en febrero, aunque el usuario cargado en la misma era “Germán” y figuraba registrado su correo electrónico.
En cuanto a la computadora secuestrada el 6 de agosto en su domicilio, admitió que era de él. Según el análisis que se le realizó al dispositivo, en el mismo figuraba un archivo de material de abuso sexual infantil que coincide con el informe enviado desde Estados Unidos que inició la investigación contra el ex legislador provincial y su hermano. Además, el historial de búsquedas complica la situación del acusado. Es más, el análisis de ese historial indica que no sólo buscaba material relacionado a menores, sino que hacía énfasis en lo relacionado a “incesto” y “zoofilia” con niños.
Germán Kiczka llegó ese día en medio de un fuerte operativo de seguridad a los tribunales de Apóstoles. Ante el juez, no solo negó las acusaciones en su contra, sino que además aseguró que no pasó nueve días prófugo, sino que estuvo “en un retiro espiritual”.
Fuentes judiciales le confiaron a Infobae que durante la exposición, que duró de más de tres horas, Kiczka se mantuvo en un libreto armado con su defensa, a cargo de Gonzalo de Paula. El relato se centró en negar todo.
En primer lugar, afirmó que no se fugó cuando la orden de arresto en su contra dictada por el juez Miguel Faria se había tornado efectiva, tras el desafuero resuelto por la Legislatura misionera. Según su versión, estaba en un retiro espiritual. Por otro lado, si bien admitió ser consumidor habitual de pornografía, dijo que “jamás lo haría con menores involucrados”.
Durante las tres horas de exposición, Kiczka respondió una sola pregunta que le formuló su abogado y que sirvió para hilvanar puntos sueltos de su relato. La fiscal Silvia Barronis también hizo una consulta, pero el imputado hizo uso de su derecho de abstenerse a responder. Al juez le contestó algunos interrogantes, aunque en otros se abstuvo.