Diócesis de Oberá ya tiene su nuevo obispo que asumirá en diciembre

El designado Obispo de la Diócesis de Oberá, Damián Santiago Bitar (47), dijo que está «muy contento» con el nombramiento realizado por el papa Benedicto XVI quien lo eligió para suceder a Víctor Arenhardt, trágicamente fallecido. Destacó que sólo conoce por referencias la zona donde realizará su ministerio, en especial sobre la Fiesta Nacional del Inmigrante y las competencias automóvilísticas que se desarrollan en el autódromo obereño. El religioso, oriundo de la provincia de Córdoba, comentó que su padre es de ascendencia libanesa y su madre, italiana, pero ambos nacieron en Argentina.

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«La vegetacion como la que tiene Misiones le da un marco y una oxigenacion para la tarea pastoral, es una bendicion», resaltó. Aunque no sabe con exactitud la fecha de su asunción, dijo que el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción de María, sería la de su preferencia.

Bitar expresó que le llaman siempre por el primer nombre, Damián, pero el término sería el de Padre Obispo «que es mucho mejor que el de Monseñor». «Ahora estoy bien de salud, entonces podremos entregarnos en cuerpo y alma en esta tarea», afirmó.

Mons. Damián Santiago Bitar Nació el 12 de febrero de 1963 en la localidad de Arroyo Cabral, en los alrededores de Villa María, provincia de Córdoba. Allí cursó sus estudios primarios en la escuela Dr. Dalmacio Vélez Sarsfield y los secundarios en el Instituto Comercial «San José» (parroquial). Es el cuarto de cinco hermanos.

En 1981 ingresó en el Seminario Mayor de Córdoba «Nuestra Señora de Loreto». Fue ordenado presbítero el 13 de diciembre de 1987, por el entonces obispo de Villa María, monseñor Alfredo Guillermo Disandro.

Durante sus 21 años de ministerio sacerdotal en la diócesis de Villa María, fue párroco de Nuestra Señora de Lourdes y de la Sagrada Familia, ambas en la ciudad de Villa María; del Sagrado Corazón de Jesús, en la localidad de Monte Buey, y administrador parroquial del Inmaculado Corazón de María, de Pozo del Molle, y de Santa Teresa de Jesús, de La Playosa.

Fue asesor del Consejo Diocesano de Jóvenes de Acción Católica, de la Junta Diocesana de Religiosos, y director de la Obra de las Vocaciones Sacerdotales y Religiosas.

En 1996 monseñor Alfredo Disandro lo nombró vicario general de la diócesis, oficio en el que fue confirmado por monseñor Roberto Rodríguez, sucesor de monseñor Disandro, y posteriormente por el actual obispo, monseñor José Ángel Rovai.

Entre los años 2000 y mediados del 2008 se desempeñó como ecónomo diocesano. En la actualidad, junto al cargo de vicario general colaboraba con el párroco de San José, de Arroyo Cabral, en la atención de la Capilla Nuestra Señora del Rosario de la localidad de La Palestina.

En julio de 2006, a raíz del traslado de monseñor Rodríguez a la diócesis de La Rioja, fue elegido administrador diocesano, cargo con el que gobernó pastoralmente la diócesis de Villa María hasta la llegada del actual obispo, monseñor Rovai