Si no se descarta la yerba después de consumida, puede proliferar un microorganismo que causa problemas digestivos, advirtieron investigadores de la Universidad Nacional de Misiones. Es el fiel compañero de jornadas laborales y de estudio, vacaciones y reuniones con amigos. Pero hay una bacteria, llamada Bacillus cereus, a la que también parece agradarle el mate. La identificaron científicos de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) en 18 de 32 muestras comerciales de yerba mate elaborada, lo cual podría provocar malestares digestivos cuando se la reutiliza.
«Suele suceder con el tereré o el mate cocido sobrante, que a veces se conserva para seguir consumiendo al día siguiente. Esto implica un riesgo, porque puede causar la proliferación del microorganismo», advirtió a la Agencia CyTA el ingeniero químico y magíster en tecnología de alimentos Jorge Duce, del Laboratorio de Microbiología y Biotecnología «Fernando O. Benassi» de la UNaM.
El equipo de investigación, integrado también por las genetistas Sylvia Bordenave y Liliana Ybarra, detectó la presencia de Bacillus cereus en más de la mitad de las muestras de yerba analizada. La bacteria produce unas toxinas que causan trastornos gastrointestinales. Y aunque las concentraciones medidas del microorganismo son cinco mil veces inferiores a las que se consideran riesgosas para la salud, puede proliferar si se guarda la yerba usada y se vuelve a tomar otro día.
Bacillus cereus crece en el suelo y por eso suele hallarse en vegetales deshidratados, como especias y condimentos. Ahora también se la encontró en la yerba, dado que «no tiene un proceso de limpieza durante su elaboración», señaló Duce, quien agregó que las esporas del germen no se inactivan a la temperatura del agua a la que generalmente se toma el mate (entre 70º y 80 ºC).
«Que la yerba se descarte una vez utilizada reduciría todos los problemas», remarcó Duce. «Sería bueno que se incluya esta recomendación en los paquetes de yerba». (10/06/13 -Agencia CyTA – Instituto Leloir. Por Nadia Luna) –