Crisis en Egipto: ElBaradei regresa para unirse en lucha contra Mubarak

La policía de Egipto se enfrentó a manifestantes en dos ciudades del este del país, mientras que el destacado reformista y ganador del Premio Nobel de la Paz Mohamed ElBaradei llegó para unirse a los activistas que tratan de derrocar al presidente Hosni Mubarak.

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Las fuerzas de seguridad mataron a un manifestante beduino en el norte de la región egipcia de Sinaí el jueves, llevando la cifra de víctimas fatales a cinco en el tercer día de disturbios inspirados en la revuelta que derrocó al presidente tunecino anteriormente este mes.

En una señal de que el abierto desafío a las autoridades se estaba extendiendo, la policía también se enfrentó con manifestantes en Yemen, en la península arábiga, y en Gabón, en Africa Occidental.
La policía disparó balas de goma, cañones de agua y gases lacrimógenos a cientos de manifestantes en la ciudad de Suez, al este del país, que participaban de un tercer día de protestas contra el Gobierno de 30 años de Mubarak.

En la ciudad también oriental de Ismalia, cientos de manifestantes se enfrentaron con la policía, que dispersó las multitudes con gases lacrimógenos, mientras crecía el apoyo a una nueva ola de protestas planeadas para el viernes y anunciadas en Facebook.

«Participaré», dijo ElBaradei, quien ha hecho campaña para que se lleven a cabo reformas en Egipto, mientras volaba desde su hogar en Viena, donde se desempeñó como máximo responsable de la agencia de la ONU sobre energía nuclear.

«Desearía que no tuviéramos que salir a la calle para presionar al régimen para que actúe», agregó.
Un funcionario estadounidense dijo que las protestas le daban al Gobierno de Mubarak, de 82 años, una «gran oportunidad» para avanzar en reformas políticas. El vice asesor de Seguridad Nacional Denis McDonough también exhortó a ambas partes abstenerse de la violencia.

En tanto, la Casa Blanca dijo el jueves que creía que el Gobierno egipcio era estable.

ElBaradei había dicho a Reuters antes de abandonar Viena que era hora de que Mubarak diera un paso al costado.

«Ha servido al país durante 30 años y es hora de que se retire», declaró ElBaradei, ganador del Premio Nobel de la Paz por su trabajo como jefe del organismo supervisor nuclear de Naciones Unidas.

Su llegada podría fortalecer las protestas, que hasta el momento han carecido de un líder. Sin embargo, muchos activistas están resentidos con su ausencia en los últimos meses.

Egipcios incendiaron un puesto de policía en Suez temprano el jueves, en respuesta de la matanza de tres activistas durante la semana, indicó un testigo de Reuters. La policía dejó el puesto antes de que los activistas lo quemaran.

«Nuestro Gobierno es una dictadura», dijo Mohamed Fahim, de 29 años y trabajador en una fábrica de vidrio.

«Es nuestro derecho elegir a nuestro Gobierno. Hemos vivido 29 años, toda mi vida, sin poder elegir un presidente», añadió.

El miércoles tarde, personas en Suez atacaron un edificio de Gobierno y otro puesto de policía, mientras que intentaron prender fuego una oficina local del partido gobernante de Egipto.
Un policía murió en El Cairo en las protestas sin precedentes contra el Gobierno.
Al-Arabiya dijo el jueves que el fiscal general de Egipto acusó a 40 manifestantes de intentar «derrocar al régimen».

Los manifestantes prometieron continuar las protestas el viernes después de las plegarias semanales. Una publicación en Facebook anunciando la movilización recibió 55.000 seguidores en menos de 24 horas.

«Los musulmanes y cristianos de Egipto saldrán a pelear contra la corrupción, el desempleo y la opresión y la ausencia de libertad», escribió un activista en una página de Facebook, que junto a Twitter ha sido una herramienta clave para convocar al público a las protestas.
La bolsa de Egipto suspendió las operaciones el jueves a la mañana, luego de que el índice referencial bajó más de un 6 por ciento por segundo día consecutivo. La libra egipcia cayó a su menor nivel en seis años frente al dólar estadounidense.

El ministro del Interior, Habib al-Adli, cuya renuncia es demandada por los manifestantes, minimizó las protestas.

«El sistema de Egipto no es marginal ni frágil. Somos un gran Estado, con un Gobierno con apoyo popular. Los millones decidirán el futuro de esta nación, no las manifestaciones, aunque convoquen a miles de personas», dijo al diario de Kuwait al-Rai, de acuerdo a su página web.

«Nuestro país es estable y no se sacudirá por esas acciones», agregó.