Corea Norte dice no reaccionará a ejercicio del Sur

Corea del Norte dijo que no reaccionará ante los ejercicios militares realizados el lunes por su vecino del sur en una disputada frontera marítima, mientras CNN reportó que Pyongyang acordó el ingreso de inspectores nucleares, aliviando más las tensiones. El ejercicio militar del lunes duró poco más de 90 minutos, con disparos constantes de artillería que sacudieron los búnkers situados en la isla surcoreana de Yeonpyeong. Sin embargo, las armas norcoreanas que habían atacado a la isla tras una acción similar el mes pasado quedaron en silencio.

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«Las fuerzas armadas revolucionarias de la DPRK consideran que no vale la pena reaccionar a cada una de las provocaciones militares», dijo la agencia oficial de noticias KCNA, citando al Ejército del Comando Supremo del Pueblo de Corea del Norte.

El Consejo de Seguridad de la ONU estaba trabado en sus esfuerzos por aliviar las tensiones en la dividida península, pero la decisión norcoreana de no responder y una oferta nuclear presuntamente hecha al enviado estadounidense Bill Richardson mejoraron las expectativas de hallar una solución.

«La situación es muy tensa», dijo el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, a periodistas en Moscú. «No puede haber optimismo en esta situación», agregó.

Estados Unidos, en una respuesta medida, indicó que la decisión del Norte de no reaccionar simplemente demostraba que se estaba comportando «del modo en que se supone que tienen que actuar los países».

«El ejercicio surcoreano fue defensivo en su naturaleza. Los norcoreanos fueron notificados con anticipación. No había justificación para una respuesta beligerante», dijo el portavoz del Departamento de Estado, P.J. Crowley, en un comunicado enviado por correo electrónico.

Estados Unidos no respondió inmediatamente al reporte sobre la reciente oferta nuclear de Pyongyang.

Los mercados financieros surcoreanos se tomaron con calma los eventos del día y recuperaron buena parte de sus pérdidas iniciales, pero los inversores internacionales siguen preocupados. El costo de asegurar la deuda soberana surcoreana a cinco años aumentó un 10 por ciento.

La voluble Corea del Norte había amenazado con atacar de nuevo si los surcoreanos seguían adelante con sus maniobras.

El 23 de noviembre, la última vez que Seúl realizó ejercicios militares desde Yeonpyeong, isla cercana a una disputada frontera marítima frente a la costa occidental de la península, Pyongyang lanzó proyectiles de artillería, matando a dos civiles y dos marines en el peor ataque contra territorio surcoreano desde el fin de la Guerra de Corea en 1953.

«Es perfectamente natural que una nación soberana y un país dividido conduzcan ejercicios militares para defender sus territorios frente a un conflicto militar», dijo el presidente surcoreano Lee Myung-bak en un comunicado.

El ejercicio del lunes se produjo horas después de que el Consejo de Seguridad de la ONU se reuniera para abordar la crisis en la región sin llegar a un acuerdo, con Rusia y China resistiéndose a condenar explícitamente a Pyongyang por el ataque del mes pasado.

El diplomático estadounidense Bill Richardson, quien visitó Pyongyang para intentar aliviar las tensiones, consiguió un acuerdo de Corea del Norte para permitir el regreso de los inspectores de seguridad de Naciones Unidas, según la cadena CNN, que tiene un equipo viajando junto a él.

Pyongyang «accedió a permitir que el personal de la agencia internacional de energía atómica regrese a la instalación nuclear en el país y acordó negociar la venta de 12.000 (…) barras de combustible y enviarlas fuera del país, presumiblemente a Corea del Sur», dijo CNN, citando a su corresponsal Wolf Blitzer en Pyongyang.

El Ministerio de Relaciones Exteriores surcoreano dijo que no podía confirmar el acuerdo.

Como la visita de Richardson no es de carácter oficial, no está claro si el reportado acuerdo aliviará las tensiones, especialmente considerando los malos antecedentes de Pyongyang a la hora de cumplir sus promesas.