La clase política y medios de Francia empezaron a preguntarse si el presidente Nicolas Sarkozy no está yendo demasiado lejos en su intento de captar el voto de la extrema derecha para evitar su derrota en el balotaje ante el socialista Francois Hollande. La polémica estalló tras declaraciones del mandatario sobre la legitimidad política y democrática del ultraderechista Frente Nacional (FN), de Marine Le Pen, que salió tercero en la primera vuelta del domingo y cuyos votos son cruciales para que Sarkozy revierta los pronósticos de que perderá la segunda vuelta.
El FN, una fuerza antiinmigrante considerada por muchos como autoritaria y chauvinista, propugna la salida de Francia del euro, una reinstauración de los controles fronterizos intereuropeos, combate a ultranza a los «indocumentados» y un freno inmediato a lo que califica como la islamización de Francia.
«El fin no justifica los medios», publicó en su portada el diario Le Monde sobre las declaraciones de ayer de Sarkozy de que «el FN es un partido que se encuadra en el sistema democrático de la República», pese a que el 54% de los franceses lo consideran peligroso para la democracia, según un sondeo.
Sarkozy trató de rebajar el tono a las críticas prometiendo que no dará ministros a la extrema derecha si es reelecto el 6 de mayo ni pactará alianzas con el FN de cara a las legislativas de junio, pero siguió cortejando a sus votantes y el compromiso no logró acallar los cuestionamientos.
Según el prestigioso Le Monde, incluso pese a esta promesa, «en los últimos dos días Sarkozy cruzó la frontera que existe entre comprensión y compromiso» con respecto al FN.
«(El presidente) adoptó una retórica a partir de las ideas u obsesiones de Marine Le Pen, como la forma de fomentar el miedo en vez de intentar calmar los ánimos» agregó Le Monde, que opinó que el mandatario incurre en «una falta moral y política».
Asimismo, el semanario L’Expresse se preguntó: «¿Hasta dónde es capaz de ir Sarkozy?», y el diario Libération colocó en su portada una foto en blanco y negro de Sarkozy con la leyenda: «Le Pen es compatible con la República, Nicolas Sarkozy, 24 de abril de 2012».
El entorno de Sarkozy fustigó hoy a la prensa francesa y acusó de publicar comentarios hechos en «off» por el mandatario, que por otro lado circularon hoy profusamente en un video subido a Internet.
«Los medios están organizando el entierro de Sarkozy», acusó Jean-Francois Copé, máximo responsable de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el partido del presidente.
En la segunda vuelta entre Sarkozy y Hollande, el socialista podría recibir el apoyo de parte de los electores de Le Pen, quien quedó eliminada pero con un nada despreciable 17,9% de los votos, un récord histórico para su partido.
Consciente de que los ultraderechistas constituyen su principal reserva de votos, el mandatario continuó hoy cortejándolos.
«A partir del momento en que la República autoriza a Marine Le Pen a ser candidata, es porque (el Frente Nacional) es un partido democrático», insistió hoy el presidente en una entrevista con la emisora de radio France Info.
Una encuesta de opinión muestra que dos tercios de los simpatizantes de Sarkozy quieren que abandone su política anterior y forje una alianza con el FN.
Por su lado, el socialista Hollande denunció la «carrera de Sarkozy detrás del voto de la extrema derecha».
El socialista reiteró que no piensa «franelear» a los electores del FN y que regularizará a los inmigrantes indocumentados si es electo.
«Si los electores del FN quieren la regularización de los extranjeros, no quiero su voto», replicó Sarkozy por la tarde en un acto en la región de Alsacia, limítrofe con Alemania y donde el FN finalizo primero el domingo último.
Y prosiguió: «No habrá ministros del Frente Nacional, pero me niego a demonizar a los hombres y mujeres que al votar a Marine Le Pen emitieron un ‘voto de crisis’, un voto de enojo, un voto de sufrimiento y un voto de desesperación. Tengo que escuchar su mensaje y tenerlos en cuenta».
Entretanto, el ex candidato presidencial Francois Bayrou, del Movimiento Democrático (MoDem), calificó de «absurdas y ofensivas» las declaraciones de Sarkozy relacionando a los electores centristas con los de la extrema derecha.
Quinto en la primera vuelta, con el 9,13%, Bayrou aún no dio una consigna de voto, pero sus electores podrían decantarse por el socialismo y resultar determinantes para que la izquierda regrese al poder en Francia luego de 17 años.
Hasta ahora, todos los sondeos dan a Hollande como ganador, por entre el 53%-54,5% frente al 45,5%-47% de Sarkozy.
En la primera vuelta, el socialista venció al presidente por 28,6% de los votos a 27,2%.
Entretanto, el próximo martes 1 de mayo se realizarán grandes actos y manifestaciones en París.
La tradicional manifestación de los sindicatos por el día del trabajador será bajo la consigna de «derrotar a Sarkozy» y contará con la participación de todos los partidos de izquierda.
Por su parte, el presidente convocó a los pies de la torre Eiffel a una fiesta para «los verdaderos trabajadores», y el FN realizará su homenaje anual a Juan de Arco.
El 2 de mayo, los candidatos debatirán en el canal de televisión privado TF1.
En otro orden, el FN presentó la nueva cara del clan Le Pen: Marion Maréchal Le Pen, de 22 años, nieta del fundador del partido ultraderechista, Jean Marie.
«Es normal que los hijos sigan la vía de sus padres, no es sorprendente», dijo Jean Marie Le Pen al diario Le Figaro.