Organizadores del Gran Premio de Bahréin cancelaron el lunes la carrera inaugural de la temporada 2011 de la Fórmula Uno el 13 de marzo, mientras la oposición se preparaba para presionar por un cambio en el Gobierno suní del país, apoyada por manifestantes que acamparon en las calles.
La carrera quedó suspendida luego de que manifestantes, en su mayoría chiíes, salieron a las calles de la capital Manama una semana atrás, demandando reformas políticas y alentados por las revueltas populares que derrocaron a los gobernantes de Túnez y Egipto.
«En el momento actual, toda la atención del país está enfocada en la construcción de un nuevo diálogo nacional para Bahréin», manifestó el príncipe de la corona, el jeque Salman bin Hamad al-Khalifa, en un comunicado.
«Tras los eventos de la semana pasada, la prioridad de nuestra nación es superar la tragedia, sanar las divisiones y redescubrir el tejido que une a este país», dijo Salman, quien fue nombrado por el rey Hamad bin Isa al-Khalifa para liderar un diálogo nacional.
El plan de un líder chií de regresar a Bahréin desde el exilio elevó las tensiones en la lucha de poder en la nación, mientras el líder del movimiento Haq, Hassan Mushaimaa, juzgado en ausencia en Bahréin por intentar derrocar al Gobierno, dijo que regresaría desde Londres el martes.
Una actualización en su perfil de la red social Facebook indicó que Mushaimaa planeaba «ver si este Gobierno es serio respecto al diálogo y sobre si lo arrestará o no». Mushaimaa tiene una orden de arresto pendiente en su contra.
El rey Hamad bin Isa al-Khalifa le pidió a su hijo, el príncipe de la corona, conducir un dialogo con todas las partes, pero tras el derrame de sangre en las calles que dejó siete muertos y centenares de heridos, los partidos de oposición están alertas.
Haq es más radical que el partido chií Wefaq, del que se escindió en el 2006 cuando éste participó en una votación parlamentaria. Los 17 legisladores de Wefaq renunciaron la semana pasada en protesta por la violencia.
«(Haq) es menos propenso a asumir una posición conciliadora hacia el régimen», dijo Shadi Hamid, del Doha Brookings Center. «No están pidiendo explícitamente su caída, pero no están interesados en ser parte del sistema», agregó.
Los líderes de Haq han sido arrestados frecuentemente en los últimos años, sólo para recibir indultos reales. Algunos fueron nuevamente detenidos en agosto, cuando 25 activistas chiíes, incluyendo 23 que ahora están en juicio, fueron acusados de intentar derrocar al Gobierno violentamente.
En una inusual protesta en la vecina Kuwait, decenas de manifestantes con banderas bareiníes y kuwaitíes se reunieron frente al Parlamento en apoyo a los manifestantes de Bahréin, dijo un residente.
Uno de ellos portaba una fotografía de un manifestante herido, con el texto «¿Dónde está la democracia?». Posteriormente se dispersaron de manera pacífica.