Por el asesinato del pensionado detuvieron a joven mujer de 22 años

La joven Natalia Martina C. de 22 años fue detenida en medio de un operativo en el cuarto tramo de la Avenida Costanera, por su presunta vinculación al homicidio de Oscar Alfredo González de 54 años, hallado muerto el pasado jueves en su pieza de alquiler de la calle Perito Moreno de Posadas.

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La sospechosa era buscada desde el mismo día en que fue hallado muerto González según las primeras investigaciones. La noche del dommingo alrededor de las 22:15 durante un operativo conjunto entre policías de civil de la dirección de investigaciones (delitos complejos y homicidios) y funcionarios de la justicia, que ubicaron a la joven en cercanías a la ex estación de tren, en el cuarto tramo de la costanera donde se desarrollaba un festival. Sin ofrecer resistencia fue detenida y conducida a la alcaidía de mujeres donde permanece bajo custodia policial.

Por el mismo caso el pasado viernes a la tarde fue detenido un sujeto de 36 años, sospechado también del homicidio. Durante un allanamiento, alrededor de las 15 hs del viernes a la tarde, la justicia con el auxilio de la policía allanó una vivienda ubicada sobre calle Suecia a pocos metros de Rademacher, donde fue detenido Daniel Gerardo J. de 36 años de edad.

Tras un trabajo conjunto llevado adelante por la Dirección de Investigaciones a través de la división homicidios, delitos complejos y la secretaria de apoyo a la investigación de delitos complejos del poder judicial, se logró llegar al sospechoso, siendo fundamental el testimonio de varias personas que lo relacionarían al hecho. El primer detenido permanece alojado en la Dirección de Investigaciones Complejas a disposición del juez Marcelo Cardozo.

El padre de la detenida por el asesinato al pensionado pide ayuda desesperadamente. «Resulta que la policía tiene la costumbre de poner alias a las personas. Entonces mi hija ahora aparece con el mote de «La Rubia», «La Colo». Y por otra parte los medios, especialmente en las columnas policiales, tienen especial inclinación en relatar los pormenores de un caso, dando perfiles sombríos, retorcidos, con las tintas cargadas en las caracterizaciones que los «investigadores» o los «detectives» lanzan como perlitas a cuenta gotas, para que los cronistas den rienda suelta al redondeo de la noticia.

Nosotros no usamos en la familia alias, nos llamamos por nuestros nombres. Natalia se llama Natalia y yo me llamo Alcides. Nacimos, nos criamos, y nos educamos como una familia con valores, con identidad real. En mi hogar no se promovió el alcoholismo, ni el consumo de nada. Recuerdo que en el año 1990 cuando nació Natalia deje de fumar.

Natalia tuvo buena alimentación, ropa, un hogar calefaccionado en invierno y fresco en el verano; fue enviada a escuela privada un tiempo y en otro a la escuela pública; llego a ser escolta de a bandera. Natalia no proviene de un hogar ambientalmente derruido, vivimos en los buenos barrios de la Capital y fue en la Provincia de Buenos Aires, en el distrito de Malvinas Argentinas, donde comenzó el drama de sus adicciones.

La trama política procedente de la gestión del duhaldismo , ampliamente denunciada por el libro de López Echague, fue señalada como la que instalo la estructura de la droga en el conurbano bonaerense. Por entonces, cuando vivíamos en Villa de Mayo, eran vox populi los nombres del intendentes como Othacehe de Merlo , de Hugo Curto de Tres de Febrero , Cariglino en Malvinas Argentina, puesto que en sus distritos se había consolidado el narcotráfico, la piratería del asfalto y las bandas más pesadas del delito. Por el robo de mercaderías a los camiones de carga, la zona de José C. Paz, San Miguel y Malvinas Argentinas era llamada como «El Triangulo de las Bermudas».

Natalia es una víctima del narcotráfico, algo que la policía, tan afecta a poner alias y motes debería controlar eficazmente; pero es bien sabido que la propia policía esta corrompida por los dineros jugosos de los narcotraficantes y es participe necesaria de la profundización de esta pandemia social.

«Derechos humanos no la abandonó, cumplimos órdenes de la Justicia Federal». Así lo afirmó el ministro de Derechos Humanos, Edmundo Soria Vieta, en relación a la joven detenida en vinculación con el asesinato del pensionado en Posadas. Cruz había dicho que su hija tendría que haber estado al resguardo de Derechos Humanos.

«No pretendo polemizar con Alcides Cruz (el padre), me preocupa su hija Natalia», dijo. El funcionario aclaró que el equipo de trata del Ministerio de Derechos Humanos la alojó por orden de la Justicia Federal durante algunas semanas en la Casita de Contención de las víctimas de trata, mientras la justicia federal hacía las averiguaciones pertinentes, a partir de la denuncia del propio padre, de que Natalia estaba siendo víctima de explotación sexual por parte de proxenetas.

Transcurrieron los días, luego de averiguaciones la Policía Federal les informó que no se trataba de trata de personas, «no había pruebas para imputar de trata a nadie, los documentos obran en nuestro poder y por lo tanto Natalia quedaba sobreseída de la causa y por ser mayor y encontrarla hábil estaba en condiciones de irse a su casa, mientras tanto el padre inició un trámite solicitando en la justicia provincial, en el Juzgado de Familia, que le otorguen la curatela, por entender que Natalia era una persona inhábil para manejarse por sí sola, creo que le fue denegada al considerarse que Natalia es una persona hábil y puede determinar su propia vida».

Soria Vieta dijo que hicieron «todo lo que pudimos hacer por Natalia, tanto exámenes psicológicos, psiquiátricos a través de distintos profesionales médicos y psicológicos, porque el señor Cruz pretendía que fuera internada en un instituto pisquiátrico, los profesionales del área entendían que tienen algunos problemas de tipo psicológico, pero debía hacer tratamiento ambulatorio, es decir no merituaba ser internada».

El Ministro agregó que «no podíamos quitarle a Natalia la libertad sin tener puntos de fundamento, ella quedó en libertad y no sabemos adónde fue ni qué hizo y ahora nos enteramos por el diario, pero en ningún momento la hemos abandonado, el Ministerio no la abandonó hemos cumplido órdenes de la Justicia, el padre dice algunas cosas, respeto su dolor, es una larga historia de vida de ellos y de Natalia y no tengo por qué opinar, el Ministerio de Derechos Humanos cumplió el rol como venimos haciendo con más de 200 víctimas de trata».

El pensionado González fue muerto a golpes el jueves último, habría conocido a la última mujer detenida cuando ésta dormía a las puertas de la Catedral, de Posadas. Y a partir de allí se habría establecido una relación personal que llevó a la rubia Natalia C., con problemas de adicción a psicofármacos, a vivir en el domicilio de la víctima. Donde se ocupaba de cuidarlo y de realizar la limpieza.

En ese marco, esta mujer habría invitado a otras dos personas, otro hombre y una segunda mujer, también adicta, a una fiesta privada, donde a causa de los excesos en que habrían incurrido sus participantes se produjo la muerte del hombre.

Al principio los investigadores consideraron que solamente un hombre podía ser el asesino, por la fuerza que se requiere para golpear la cabeza del jubilado por tres veces contra el piso hasta darle muerte. Pero visto que las mujeres detenidas registran trastornos psíquicos y actitudes violentas no se descarta que pudieran también tener una conducta de este tipo. Inclusive que tampoco pueda descartarse la inicial hipótesis de robo.

Ambas podrían asociarse en una única: una fiesta con fines de robo, que terminó con la muerte de la víctima.