Para Macri, es «prácticamente imposible» dar vuelta el resultado obtenido en la Primarias

El reelecto jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, aseguró que el gobierno nacional hizo una «muy buena elección» en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias del 14 de agosto, y consideró que en las presidenciales del 23 de octubre será «prácticamente imposible» que la oposición pueda dar vuelta ese resultado. «El 14 de agosto claramente el gobierno nacional ha hecho una muy buena elección, producto de méritos propios y seguramente de fallas del lado de la oposición», dijo Mauricio Macri en una conferencia de prensa que dio esta mañana luego de su habitual reunión de gabinete de los lunes.

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Macri, que por primera vez analizó públicamente el resultado de las internas del 14 de agosto, consideró que el mérito del gobierno nacional y las fallas de la oposición «se conjugaron en un resultado tan bueno, que habrá que ver si el 23 de octubre es posible rectificarlo».

«La matemática es cruel y esa diferencia obtenida el 14 de agosto junto con la división que existe en la oposición, hace que se presente como prácticamente imposible que pueda dar vuelta la elección el 23 de octubre», dijo Macri en el Centro Único de Comando y Control del barrio de Chacarita, donde se desarrolló la reunión de gabinete.

En este contexto, Macri recordó cuando en marzo llamó a la oposición a «debatir proyectos y unificar propuestas», con la idea de que «quedaran menos candidatos», de cara a las internas.

«No me fue bien, y resigné mi candidatura (presidencial) por ello», reflexionó Macri, que el 31 de julio resultó reelecto jefe de gobierno porteño.

Mauricio Macri consideró también que «en las internas, la oposición perdió la oportunidad de una real selección en la cual aquellos que tuvieran propuestas similares unificaran criterios».

Por el contrario, dijo, lo que sucedió en las internas es que «una mayoría argentina que estaba a favor de un cambio no se viese representada por la variedad y pluralidad de propuestas que hacían imposible canalizar esa vocación de cambio».

Macri va a la elección del 23 de octubre sin candidato presidencial, pero con una lista de postulantes a diputados nacionales por la Ciudad de Buenos Aires, encabezada por el actual diputado nacional Federico Pinedo.

En las internas del 14 de agosto Pinedo obtuvo 16 por ciento de los votos, gracias al corte de boleta, y la idea es que en octubre puedan alcanzar por lo menos un 20 por ciento, lo que daría al PRO la tranquilidad de entrar a tres diputados porteños al Congreso Nacional.

«Estamos contentos, en las internas nos fue muy bien, fuimos la segunda fuerza en la ciudad de Buenos Aires, y esperamos que los porteños nos acompañen aún más en las elecciones de octubre, para que podamos sumar diputados que ayuden a este debate y esta convivencia», dijo Macri.

En cuanto a qué candidato presidencial le dará su voto el 23 de octubre, el mandatario porteño eludió una definición y se limitó a recordar que «el voto es secreto» y que se reservaba dar el nombre.

«Mi voto es secreto, me reservo a quien votaré», dijo Macri, no sin recordar más tarde que el PRO no ha tomado una posición en cuanto a quién votar a presidente y que «trabaja con apertura».

«En algunos distritos el PRO apoya al ex presidente Eduardo Duhalde, en otros al gobernador (de San Luis) Alberto Rodríguez Saá y en otros al radicalismo (Ricardo Alfonsín)», consignó Macri.

Macri explicó también el motivo de su ausencia durante las internas de agosto: «Lamentablemente en ese momento tenía que elegir entre mi mujer y las internas, el médico me dijo que viajaba en ese momento o no viajaba más».

Juliana Awada, la mujer de Mauricio Macri, está cursando el tercer trimestre de su embarazo, momento en la que los médicos sugieren no realizar viajes largos.

«Hace más de diez meses que no tenía un día de descanso; mi mujer que no está acostumbrada al rigor de la política, y eso fue lo que sucedió», explicó.

Finalmente, al ser consultado sobre el impuesto inmobiliario, Macri reconoció que esta estudiando un incremento debido a que «hace cuatro años que está congelado», frente a la variación del índice inflacionario.

«El ABL está congelado en la ciudad de Buenos Aires hace cuatro años, lo que estamos buscando es que lo que se pague sea justo y represente las necesidades que tiene el gobierno de pagarles mejor a sus docentes, a sus médicos, y a sus enfermeras, por ejemplo», concluyó el jefe del Ejecutivo porteño.