Obama espera negociaciones directas en Medio Oriente

El presidente estadounidense, Barack Obama, exhortó el partes a Israel y a los palestinos a reanudar las conversaciones de paz directas para septiembre, mientras el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que tomaría «medidas concretas» sobre el proceso de paz. Tras una reunión vista como clave por su simbolismo y significado, Obama y Netanyahu aparecieron juntos buscando proyectar una imagen de unidad, luego de que las relaciones llegaran a un punto bajo en marzo gracias a la expansión de asentamientos israelíes.

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Ambos acordaron reanudar las conversaciones cara a cara y abordaron a su preocupación sobre el programa nuclear de Irán, evitando diferencias pasadas sobre los anteriores esfuerzos de paz liderados por Estados Unidos.
«Esperamos que las conversaciones de acercamiento lleven a negociaciones directas», dijo Obama durante una conferencia de prensa con Netanyahu en el Salón Oval.

En los primeros indicios de un calendario para elevar las negociaciones de Oriente Medio, Obama dijo esperar que las discusiones directas se inicien «mucho antes» de la expiración en septiembre de la moratoria de 10 meses sobre la construcción en asentamientos en Cisjordania.

Cumplir esa meta probablemente requerirá que Estados Unidos utilice todo su poder mediador en ambas partes.

Netanyahu llamó nuevamente al presidente palestino, Mahmoud Abbas, a reunirse con él y avanzar desde las actuales «conversaciones de acercamiento», mediadas por Estados Unidos, hacia negociaciones cara a cada sobre la creación de un Estado palestino.

Pese a que ha habido pocos indicios de que las partes hayan estrechado las diferencias en disputas de larga data, Netanyahu insistió en que ya era «hora» de comenzar las conversaciones directas.

Los líderes palestinos dicen que las lentas conversaciones indirectas no han logrado muchos progresos para justificar un regreso al proceso de paz de Oriente Medio, suspendido desde fines del 2008. También se mantienen alerta respecto a los planes israelíes de construir en Jerusalén del Este.

Respondiendo cautelosamente tras el encuentro de Obama y Netanyahu, funcionarios palestinos dijeron que esperaban los detalles de las medidas concretas prometidas por Israel.

Obama dijo que esperaba medidas que ayudaran a cementar la confianza desde ambas partes para facilitar el camino hacia esas negociaciones.

La duda que resta sobre el frágil proceso de paz es si Netanyahu extenderá la moratoria a la expansión de los asentamientos, que aceptó sólo bajo la presión de Obama.

Su extensión podría profundizar las grietas en la coalición gobernante de Netanyahu, dominada por partidos a favor de los colonos, entre los que se encuentra el suyo. No extender la moratoria causaría malestar entre los palestinos.

La recepción de Netanyahu en la Casa Blanca fue más cálida que durante su visita previa en marzo. Mientras los periodistas llenaban el Salón Oval, ambos líderes sonrientes se sentaron juntos, inclinándose para conversar. Posteriormente ambos almorzaron juntos.

En lo que fue visto ampliamente como un desaire, no hubo sesión fotográfica para Netanyahu durante la reunión de marzo.

Ese mes, el roce diplomático se generó por el anuncio que hizo Israel el 9 de marzo -durante una visita del vicepresidente estadounidense, Joe Biden- de planes para construir 1.600 viviendas adicionales para colonos en un área de Cisjordania que anexó a Jerusalén.

Las relaciones, inusualmente tensas, fueron descongeladas recientemente con Obama tomando un tono más gentil y Netanyahu ofreciendo gestos conciliatorios, entre ellos aliviar el bloqueo israelí sobre la Franja de Gaza, después de un mortal ataque contra una flotilla de ayuda el 31 de mayo.