Sin embargo, en la escala, la producción primaria es la más afectada por la pérdida de rentabilidad, que, sobre todo entre los productores más chicos, resulta dramática. Un kilo de hoja verde que se estaba pagando en diciembre 2023 alrededor de los 370 pesos al contado, terminó en septiembre 2024 en 180 pesos, pagaderos en $100 al contado (para cubrir gastos inmediatos de cosecha y flete) y 80 con cheques posdatados hasta en 180 días.
Aunque hubo una leve recuperación en las últimas semanas -la zafra en la zona sur terminó en 270 pesos-, se puede hacer un cálculo de la transferencia de ingresos que esa baja de precios en la materia prima significa. Un estudio realizado por los economistas Javier Gortari y Leonardo Batista, marca que para una cosecha anual del orden de los 900 millones de kilos de hoja verde -este año la cosecha está al borde de los mil millones de kilos si se realiza la zafriña que por ahora está en dudas-, cada 100 pesos menos que se le paga al productor por kilo, implica una caída de ingresos totales para el sector primario del orden de los U$S 90 millones (calculando con un dólar de $1.000).
Como la baja en los precios rondó los $2.00 por kilo de hoja verde, la pérdida se duplica. Considerando que son 13.000 los productores registrados por el INYM, el impacto de la aplicación del DNU 70/23 implicó una pérdida anual promedio del orden de los 14.000 dólares por productor. (Economis – Juan Carlos Arguello)