Las negociaciones por la renovación del contrato de Riquelme todavía no terminaron porque, pese a lo que se anunció, no hay acuerdo. En la última reunión entre los dirigentes de Boca y el representante de Román hicieron los números en una servilleta.
La renovación del contrato de Riquelme con Boca todavía no está resuelta pese a lo que se dijo. Hubo una reunión nocturna entre el representante de Román, el presidente del club, Amor Ameal, y no llegaron a un acuerdo, quedando volver a juntarse este lunes.
«Digamos que el lunes se firma todo y ese día nos volvemos a reunir», le dijo a Amor Ameal al representante de Riquelme, Daniel Bolitnicoff, luego de una cena que mantuvieron en el restaurante Las Glorias, en el barrio de Palermo, según le confirmó a Télam un testigo del encuentro.En esa cena, de la que además de Ameal y Bolotnicoff participaron uno de los vicepresidentes de Boca, José Beraldi, y otros directos, en una servilleta se hicieron números y anotaron cuánto había que pagar de impuestos por un año de contrato, por dos, tres y cuatro.
Uno de los presentes en ese encuentro le aseguró a Télam que en varias oportunidades los protagonistas del encuentro levantaron la voz y luego de pizzas y dos horas de charla no se llegó a un acuerdo.
Esta reunión se dio luego de que los dirigentes de Boca anunciaran que se había llegado a un acuerdo por la renovación del contrato de Riquelme.
Y luego de que el volante de Boca se le plantara a los dirigentes, cuando les dijo, según le confirmó otro testigo de ese hecho a Télam: «Quería que pague yo los impuestos, está bien, los pago. Querían que cambiamos y que bajemos el contrato y aceptamos. Ahora si quieren pago yo para jugar».
Riquelme se les plantó a los dirigentes de Boca, porque sabe que son muchos los que no quieren que siga en la entidad de la ribera, más allá de lo que pretende cobrar el jugador.
Este lunes por la mañana volverán a juntarse las partes y se espera que por la tarde-noche lleguen a un acuerdo y se define esta novela que, pese a lo que se anunció, todavía no tuvo un final feliz.