Justicia italiana confirmó pena de 4 años de prisión para Berlusconi por fraude fiscal

El ex primer ministro y magnate de la comunicación fue condenado por la compraventa de derechos de películas. El Tribunal de Apelación de Milán confirmó la sentencia de primera instancia.

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Una corte de apelaciones italiana confirmó una condena a prisión contra el ex primer ministro y actual senador Silvio Berlusconi por el delito de fraude fiscal en la compraventa de derechos de películas por parte de su grupo audiovisual, aunque el político todavía puede volver a apelar.

El tribunal de Apelaciones de Milán ratificó una decisión de una corte de primera instancia que en octubre de 2012 condenó al líder de la centroderecha italiana a cuatro años de cárcel, aunque la pena será reducida a un año debido a la ley especial aprobada en 2006.

También fue inhabilitado para ejercer cargos públicos por cinco años, informó la agencia de noticias EFE.

Se espera que los abogados del dirigente de 76 años presenten inmediatamente una apelación.

Si lo hacen, la prisión efectiva y la inhabilitación para ejercer cargos públicos -que le costarían a Berlusconi su actual banca como senador- no entrarán en vigencia hasta que una tercera instancia judicial confirme la sentencia anunciada hoy y se obtenga así una sentencia firme, según establece la ley italiana.

Once meses después que cayera su gobierno en 2011, un tribunal milanés condenó a Berlusconi por fraude fiscal en la adquisición de derechos televisivos para su imperio audiovisual Mediaset.

Fue asimismo inhabilitado durante tres años para ejercer cargos en entidades jurídicas y empresas y se le prohibió el contacto con la administración pública durante el mismo período.

También le impusieron cuatro años de inhabilitación en materia de asistencia tributaria y cinco en cargos públicos oficiales.

Los dos tribunales de Milán condenaron a Berlusconi por la compraventa fraudulenta de los derechos de transmisión de películas estadounidenses por parte de su grupo audiovisual Mediaset entre 1994 y 1999, para evitar el fisco y desviar millones de euros a cuentas bancarias en el exterior.

Según sostienen las dos sentencias, el ex primer ministro infló los precios reales de los derechos de las películas, fijándolos en 368 millones de dólares entre 1994-1998, mientras que entre 2001-2003 esa cifra apenas ascendió a 40 millones de euros.

La evasión ascendió a 17.500 millones de liras en 2000, 6,6 millones de euros en 2001, unos 4 millones de euros en 2002 y unos 2 millones de euros en 2003.

El proceso judicial contra Berlusconi se abrió en 2006, pero sufrió muchas interrupciones hasta que se reanudó en febrero de 2011.

Una de esas interrupciones duró 18 meses y fue provocada por la llamada ley del «legítimo impedimento», un escudo judicial del que se sirvió Berlusconi cuando ocupaba la jefatura del gobierno italiano y que finalmente quedó parcialmente invalidado por la Corte Constitucional del país.

Para que la condena a Berlusconi se haga efectiva, la tercera instancia judicial italiana deberá fallar en el próximo año, antes que el delito de fraude fiscal cometido por Mediaset prescriba en junio de 2014.