Intersexual: «Operar al bebé intersexual sería exponerlo a un trato cruel»

Diana Maffía, doctora en filosofía de la Universidad de Buenos Aires (UBA) fue consultada en relación al o la bebé misionera con ambigüedad genital, que fue trasladada al hospital Garrahan para recibir alguna intervención quirúrgica. Al respecto Maffía cree que esto «no es necesario por ahora operar a la criatura si no existe una enfermedad,  ya que se la expone a un trato cruel, que hasta da lugar a una denuncia por torturas». El bebé tiene un testículo interno, útero, vagina y un pene, dijo. Y agregó que «al realizar el alineamiento orientado a determinado sexo, puede ser o no coincidente con la subjetividad de esa persona. La madre de la beba, a pesar de sus 16 años manifestó esa duda, de que su hija cuando sea mayor no sienta el sexo que decidan ahora», agregó la ex diputada de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

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La doctora Maffía, quien en su currículum cuenta entre otras funciones el haber sido ex Defensora Adjunta del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires entre (1998-2003), legisladora por CCARI (2007-2011) y actual Consejera Académica del Consejo de la Magistratura donde dirige un Observatorio de Género expresó «en todos estos años que vengo trabajando en la dirección del Observatorio  estoy muy preocupada por el tratamiento que se les da a estas personas que se las llama intersexuales».

Explicó en radio Libertad que está preocupada porque «el tratamiento es una corrección quirúrgica para adaptarlas a un alineamiento que hay entre el sexo reconocido legalmente de una persona femenina o masculino, los genitales que esta persona tenga y el género que se le asigne, es decir, los roles sociales, el tratamiento, entre otros, hemos tenido  cambios legales importantes en los últimos años,, no solamente el matrimonio igualitario, sino que la ley de  identidad de género que se votó hace más de un año. Y es una ley que permite que la persona se corrija en la asignación de sexo que se le hizo al nacer, que se da por los genitales que esa persona porta. Esa persona puede en algún momento tomar la decisión y no solo siendo mayor de edad sino incluso puede hacerlo siendo adolescente, acompañado de sus padres, ir al registro civil y por la percepción subjetiva que tiene de su propia sexualidad pedir un cambio.

Algo muy relevante para el caso que analizamos «no necesita hacer cambios quirúrgicos u hormonales en su cuerpo puede hacerlo pero no necesariamente».

Además dijo «en este momento una persona que nace con una genitalidad diferente a la del promedio no necesariamente tiene que hacer una corrección quirúrgica, para ser anotada con un sexo determinado para ser criada dentro de los parámetros de un género determinado».

Lo que hará la corrección quirúrgica lo que hará será alinear algo que luego puede o no coincidir con la subjetividad de la persona.

Respecto a la beba misionera dijo «estoy siguiendo por los medios este caso y la mamá expresó con sus 16 años la duda que este bebé sea intervenida y luego no se corresponda lo que sienta, el modo con que vida su propia identidad con aquello que se corrigió quirúrgicamente».

La filósofa reiteró que no es de necesidad extrema la intervención, «la realidad es que no hay ninguna necesidad de operar a la criatura si no existe un riesgo de enfermedad. Es una intervención en la que se expone a la persona a un trato cruel, que hasta puede dar lugar a una denuncia por torturas inclusive y tenemos que evaluar socialmente de qué manera se someten a los bebés a intervenciones  en las intervenciones que no pueden tomar parte porque todavía no pueden expresar su género»

Consideró al hospital Garrahan es un hospital de consulta y muy especializado de todo el país. Es decir, todos los casos complejos llegan allí al hospital. Contó que estuvo el año pasado trabajando con equipos de hospitales de niños que atienden estos casos, son equipos especializados donde interviene un conjunto interdisciplinario, los endocrinólogos analizan sus glándulas internas de los niños, en este caso por lo que tengo entendido  el bebé tiene un testículo interno, no ha descendido, tiene útero, tiene vagina y un pene, entonces los endocrinólogos analizarán sus glándulas internas, los cirujanos pediátricos analizarán la viabilidad de la intervención y en algunos casos intervienen psicólogos o especialistas que tienen que ver la subjetividad, que en el caso de un bebé no puede manifestarse.

Respecto a si le cabe a los padres tomar decisiones sobre asignación de género, expresó «hasta hace 20 años el sexo de los pequeños que pasaban por estos casos, se determinaba por la preponderancia de una genitalidad sobre otra, mientras que en la actualidad se hacen análisis genéticos que dirán si es XX o XY, será una niña o un varón respectivamente. Por eso, el examen va a determinar, a través de los cromosomas si será nena o nene. De todas maneras serán los padres lo que determinarán si realizan o no la intervención de la criatura».

De todas maneras los padres que son adolescentes ya han pensado en el futuro del bebé y han elegido un nombre (Xiomara),  para esa mamá es un bebé de sexo femenino, dijo Maffía.

Maffía explicó que: «una de las cuestiones fundamentales que se tienen en cuenta, más allá de la adaptación física, es la mental que pueda tener esa persona a los grupos sociales. En lo que se debería trabajar es en esa cuestión social, de discriminación y no someter a una persona tan pequeña a este manoseo».

«En el caso que sean necesarias las intervenciones quirúrgicas, se puede esperar hasta los 4 años. Pero generalmente se hacen cuando son bebés, sin la intervención de los mismos. Otra de las cosas que hay que tener en cuenta es que el Garrahan es un hospital de niños y les hacen el seguimiento hasta los 16 años y después no hay ningún servicio que realice el seguimiento luego de la mayoría de edad».

La ex diputada de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sugirió que «algo que debemos plantearnos y de manera muy fuerte, como sociedad es que si una persona es inaceptable porque tiene dos genitales diferentes que conviven en su cuerpo o es inaceptable que lo mutilemos y tratemos como un objeto en vez de un sujeto y sacrifiquemos un cuerpo en función de la idea que tenemos de cómo deben ser» culminó.

El bebe será tratado como un objeto no como un sujeto. La salud no está en juego, se trabaja sobre lo que la sociedad considera inaceptable que una persona tenga genitales de dos sexos diferentes y convivan ese cuerpo, o es inaceptable que se le mutile  sacrifique el cuerpo en función de la idea que tenemos de lo que debe ser? Le diría que espere hasta los  5 años a la espera que se manifiesta la subjetividad sexual de la persona.