Franceses mantienen protesta por pensiones pero hay muestras de cansancio

Nuevas huelgas interrumpieron el jueves los trenes y el transporte aéreo en Francia, pero las grandes manifestaciones contra los planes para aumentar la edad de jubilación parecen estar menguando un día después de que el Parlamento adoptó la ley de reforma al sistema de pensiones. Los vuelos desde y hacia los aeropuertos franceses se redujeron entre un 30 a un 50 por ciento debido a un paro de un día de los controladores de tráfico aéreo.

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Por su parte, la huelga de los trabajadores del ferrocarril disminuyó a la mitad algunos de los servicios, pero causaron menos interferencias que las previas en las líneas de alta velocidad.

Estimaciones iniciales del Gobierno sugirieron que las marchas nacionales convocaron a mucho menos de la mitad de las personas que asistieron la vez pasada, con el Ministerio del Interior estimando una participación de 1980.000 a mediodía, contra los 480.000 del 19 de octubre.

Los trabajadores de la refinería LyondellBasell en el sudeste de Francia votaron para detener el bloqueo a la salida de combustible, en otra señal de que las protestas que han afectado a las estaciones de combustible están aflojando.

El presidente Nicolas Sarkozy se rehusó a ceder ante las manifestaciones callejeras en todo el país y cuando los sindicatos montaron una protesta tras otra contra la reforma insignia de su presidencia.

Líderes sindicales destacaron que el proyecto de ley aún debe ser firmado para que se convierta en ley. De cualquier manera, el daño provocado por la negativa del Gobierno a escuchar sus demandas no va a desaparecer, afirmaron.

«Esto dejará cicatrices profundas», dijo Jean-Claude Mailly, líder del sindicato Force Ouvriere, a canal de televisión France 2 TV, reconociendo al mismo tiempo que el movimiento de protesta está comenzando a mostrar «un poco de cansancio».

«Ninguna ley puede decretar el fin a la lucha de los sindicatos», dijo Bernard Thibault, líder del sindicato CGT a la radio Europe 1.

El jueves se cumplió el séptimo día de protestas convocadas por los sindicatos contra los planes para hacer que la gente trabaje dos años más para acceder a una pensión.

Mientras partían las protestas en ciudades como Marsella, antes de una en París en la tarde, un sondeo de opinión de CSA mostró que las manifestaciones lideradas por los sindicatos aún gozan del apoyo de dos tercios del pueblo francés.
Una huelga separada de un mes en el puerto de Fos-Lavera cerca de la sureña ciudad de Marsella ahora se podría convertir en el principal foco de atención del Gobierno.

La movilización ha privado de crudo a muchas refinerías francesas, aún después de que los trabajadores de varias de ellas votaron por retomar sus labores después de semanas de paralización.

«A nivel nacional, nos apegamos a las protestas por las pensiones, además de nuestros reclamos específicos por la reforma portuaria», dijo Pascal Galeote, líder del sindicato CGT en ese sector.

Los planes para reformar la administración de los puertos franceses iban por buen camino cuando tropezaron con el descontento por la reforma de pensiones, debido a las preocupaciones coincidentes por los términos y condiciones del empleo de los estibadores, especialmente en Fos-Lavera.

Jean-Louis Schilansky, encargado de la federación industrial petrolera, dijo que cerca de un quinto de las 12.500 estaciones de servicio del país aún tenían problemas de abastecimiento, aunque agregó que «estamos en la fase final de este conflicto».

Sarkozy dice que la ley para aumentar la edad mínima y total para la jubilación en dos años, hasta 62 y 67, es vital para controlar una creciente escasez de fondos de pensiones y proteger la evaluación de crédito AAA del país, que le permite acceder a las menores tasas de los mercados.

El proyecto recibió la votación de aprobación final en el Parlamento el miércoles.

Aún debe ser aprobado por el consejo constitucional, donde una apelación de último minuto de los socialistas de la oposición podría demorar en unos pocos días su firma, pero no se espera que puedan revocarla.

La escasez de combustible en las estaciones de servicio ha disminuido después de que el gobierno abrió los bloqueos a los depósitos y aumentó las importaciones.

(Reporte adicional de Jean-Francois Rosnoblet en Marsella, Laure Bretton, Gus Trompiz, Mathilde Cru y Valerie Parent en París; Editado en Español por Ricardo Figueroa)