Los investigadores del secuestro y crimen de Candela Sol Rodríguez, hallada asesinada el 31 de agosto en Villa Tesei, comenzaron a analizar el material fotográfico y de video secuestrado en la causa y realizaron extracciones de sangre y saliva a todos los detenidos para nuevos estudios de ADN, informaron fuentes judiciales. En tanto, un remisero y su esposa que habían sido detenidos ayer por tenencia ilegal de arma de guerra en uno de los ocho allanamientos efectuados en el marco de este expediente, fueron liberados esta tarde, ya que no se reunieron pruebas suficientes ni siquiera para indagarlos, informó a Télam su abogado, Alberto Domínguez.
Se trata de José Luis Flores (36) y Liliana Susana Cabrera (32), quienes fueron apresados en su casa de Galeno 1173, de William Morris, partido de Hurlingham, donde se les secuestró una pistola Bersa calibre 9 milímetros, entre otros objetos, pero que no tienen relación con el secuestro de Candela, aclaró el letrado.
Los investigadores aseguraron a Télam que, además de ese allanamiento, anoche se llevaron a cabo otros siete procedimientos.
Los peritos policiales regresaron a la casa de la calle Kiernan 992, donde se presume que estuvo cautiva Candela durante algunos días, y se llevaron nuevos elementos para analizar, entre ellos algunos discos compactos, una cámara de fotos, una decena de cintas de video, rollos de fotos, álbumes de fotos y una bolsa repleta de fotografías.
También allanaron una casa en Minoguyen 2281, de William Morris, de donde la policía se llevó una computadora y teléfonos celulares, y otra casa a cinco cuadras de allí, de donde también se llevaron dos celulares.
Además se registró una casa en la calle Malaspina al 3400, de William Morris, otra en Cañada de la Cruz al 2400, de la misma localidad, y la restante en Cellini 4085, de Villa Tesei.
De todas ellas, los investigadores se llevaron teléfonos celulares, cámaras de fotos, fotografías, álbumes de fotos y cintas de video, como así también ropa, agendas y hasta cuchillos y restos de prendas de vestir quemadas.
Por la tarde, el fiscal Tavolaro ordenó que se le realicen extracciones de sangre e hisopados bucales a Hugo Elvio Bermúdez Rodríguez (53), sindicado como autor material del crimen de Candela, y a Alberto Fabián Espíndola (31), el último detenido por el caso en uno de los operativos de la noche del lunes.
Según las fuentes, Espíndola fue apresado ayer por la DDI Morón cuando se hallaba internado en el Hospital de Haedo y pretendió escapar de los policías que llegaron a detenerlo.
Antes, la policía allanó su casa en la calle Garibaldi al 1900 de Villa Tesei, a unas 20 cuadras de la casa de Candela, en Coraceros 2552, y secuestró principalmente fotos y grabaciones de imágenes.
También se reiteraron los estudios para cotejos de ADN con el carpintero Ramón Néstor Altamirano (55) y la dueña de la casa de la calle Kiernan 992, Gladys Cabrera (41), detenidos como «partícipes necesarios» del hecho.
El abogado de Altamirano, Matías Morla, dijo a Télam que el fiscal aún no le notificó la fecha en la que su cliente podrá declarar por primera vez en la causa, tras el pedido realizado la semana pasada.
Por otra parte, la esposa de Altamirano, Nélida Pistán, se presentará mañana ante el fiscal Matías Rapazzo para ratificar la denuncia por «falso testimonio» contra el testigo de identidad reservada que la involucró a ella, a su marido y otros imputados en el caso.
Morla dijo que reiterará la solicitud para que ese testigo sea detenido y que pedirá que sean peritados unos tickets que demuestran que su clienta estaba en Tucumán durante el cautiverio de Candela y jamás pudo haber sido vista en la casa donde presuntamente la tuvieron secuestrada.
Por el caso, ayer fueron excarcelados el tornero Alfredo Monteros padre (75), Alfredo Monteros hijo (35) y el fletero Gustavo Valenzuela (44), detenidos el lunes de la semana pasada por «encubrimiento agravado».
Candela fue vista con vida por última vez el lunes 22 de agosto, cuando salió de su casa en la calle Coraceros 2552 de Villa Tesei, partido de Hurlingham.
Tras nueve días de intensa búsqueda, su cuerpo fue hallado dentro de bolsas de consorcio en un descampado lindero a la Autopista del Oeste, a unas 30 cuadras de su casa.
La autopsia reveló que la niña fue asfixiada entre 24 y 36 horas antes de su hallazgo.