España acepta profundizar aún más el ajuste exigido por la UE

El gobierno español aceptó el nuevo objetivo de déficit del 5,3% para este año impuesto por la Unión Europea, lo que supone un ajuste adicional de 5.000 millones de euros a los 30.000 millones ya previstos y rechazados por un amplio abanico social y político a través de multitudinarias manifestaciones.

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El ministro de Economía español, Luis de Guindos, anunció que España cumplirá con las recomendaciones del Eurogrupo, en declaraciones formuladas a la prensa en Bruselas antes del inicio de una reunión de los ministros de su cartera, el Ecofín.

«España está absolutamente comprometida con el ajuste presupuestario, con las reformas estructurales y evidentemente, desde ese punto de vista, esa recomendación (reducir el déficit al 5,3%) va a ser aceptada por parte del gobierno español», aseguró De Guindos.

Los socios de la eurozona frenaron anoche el desafío del presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, quien de forma unilateral y apelando a la «soberanía» de España decidió el pasado 2 de marzo relajar el objetivo de déficit de 2012 del 4,4% al 5,8% del PIB.

El presidente del eurogrupo, Jean Claude Juncker, quien se mostró «preocupado» por el aumento de la pobreza y el incremento del desempleo en España, reclamó sin embargo «un esfuerzo adicional», y sentenció las aspiraciones de Rajoy con una contundente frase: «La cifra del 5,8% del déficit para 2012 ha muerto».

Así, España debe rebajar su déficit hasta el 5,3%, según los ministros de Finanzas de la UE, que intentan aplacar la crisis de la zona euro imponiendo una férrea disciplina presupuestaria.

De esta forma, el eurogrupo hizo suya la doctrina del ajuste que defiende la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE), el FMI (Fondo Monetario Internacional) y especialmente Alemania, que no veían con buenos ojos la decisión de España de relajar el objetivo de déficit a pesar del horizonte de contracción del PIB.

Para rebajar el déficit del 8,5% de 2011 al 5,8% que se había marcado Rajoy, el gobierno español tenía previsto acometer un ajuste de 30.000 millones de euros.

Pero ahora, para dejar el déficit en el 5,3% que le exigen el Ejecutivo se compromete a realizar un esfuerzo adicional de 5.000 millones de euros, lo que eleva el ajuste total a 35.000 millones de esa moneda.

Tras asumir como presidente del gobierno, Rajoy anunció un plan de ajuste de 15.000 millones de euros, que comprende recortes de gasto y subas de impuestos, pero luego anunció que el ajuste sería del doble debido a la «herencia» del anterior gobierno socialista, que dejó un déficit dos puntos superior a lo previsto.

El «tijeretazo» se elevó entonces a 29.000 millones de euros y quedará reflejado en los presupuestos generales que el Ejecutivo presentará a fin de mes.

El gobierno también aprobó una reforma financiera y una laboral, que facilita y abarata el despido, que tuvo como repuesta la convocatoria de una huelga general para el próximo 29 de marzo.

Sin embargo, las medidas del gobierno siguen sin convencer a la UE, que exige un ajuste mayor pese a que la economía española continúa en recesión y la austeridad no logra poner freno al desempleo, que afecta a 5,2 millones de personas, el 23% de la población activa.

De acuerdo con los planes del gobierno, el grueso del ajuste tendrán que asumirlo los gobiernos regionales, que ya aprobaron recortes en sus presupuestos de sanidad, educación y servicios públicos, lo que está provocando un importante rechazo social.