Otra masacre sacude a Siria y ONU sigue dividida en busca de una solución frente al conflicto

Medio centenar de civiles, la mayoría mujeres y niños, fueron asesinados el domingo en la ciudad siria de Homs, y la oposición y el gobierno sirio se acusaron mutuamente de la brutal matanza, que coincide con crecientes discrepancias en las Naciones Unidas sobre el conflicto en el país árabe. En Nueva York, un dividido Consejo de Seguridad de la ONU se reunió para tratar de unificar posturas, pero el encuentro derivó en un abierto choque en público entre Estados Unidos y Rusia, lo que volvió a dejar en duda la capacidad de Naciones Unidas de responder a la crisis de manera pronta y consensuada.

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El conflicto en Siria comenzó hace un año con protestas contra el presidente Bashar Al Assad en coincidencia con la ola de revoluciones en la región conocida como «primavera árabe».

La crisis se volvió más violenta cuando a la represión de las protestas se sumó la aparición de una insurgencia armada, y la ONU estima que ya murieron más de 7.500 personas.

La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, rechazó durante el encuentro en Nueva York equiparar actos de violencia de la oposición siria con los «asesinatos premeditados» de la «máquina militar» del gobierno legal de Al Assad.

El canciller ruso, Serguei Lavrov, coincidió en que Al Assad «tiene una enorme parte de la responsabilidad» por la crisis, pero insistió en que no se trata sólo de represión de civiles y que los soldados «no luchan contra gente desarmada sino contra unidades armadas y grupos extremistas y terroristas como Al Qaeda».

La reunión llegó precedida por el macabro hallazgo de los cuerpos apuñalados y quemados de cerca de 50 civiles en dos barrios de Homs, una ciudad siria que estuvo bajo control parcial de insurgentes armados durante meses hasta que fue retomada por el Ejército el 1 de marzo tras una ofensiva y sitio de un mes.

El grupo opositor Comités de Coordinación Local, que encabeza la rebelión contra Al Assad iniciada en marzo del año pasado, afirmó que los muertos, entre ellos 26 niños y mujeres, fueron víctimas de «soldados y matones leales al gobierno», y agregó que desde la víspera murieron más de 100 personas por la represión.

Los activistas opositores también subieron imágenes a YouTube en las que se vieron hombres, mujeres y niños muertos en un cuarto lleno de sangre, informó la agencia de noticias Europa Press.

La agencia oficial de noticias SANA, en cambio, denunció en su página web que «grupos armados terroristas secuestraron a civiles en la ciudad de Homs, los mataron y mutilaron sus cuerpos, para luego filmarlos y mostrarlos a la prensa internacional y atraer posturas internacionales hostiles a Siria».

La matanza en Homs coincide con una misión de paz encabezada este fin de semana por el enviado de Naciones Unidas, Kofi Annan, quien dejó Damasco el domingo sin un acuerdo sobre una tregua o sobre acceso humanitario a zonas afectadas por la violencia.

En respuesta a la masacre, el Consejo Nacional Sirio, principal organización de la oposición en el exilio, reclamó una «intervención militar internacional «urgente» para frenar la violencia en Siria, según un comunicado emitido en Beirut.

El conflicto en Siria dividió a parte de la comunidad internacional, ya que Estados Unidos y sus aliados europeos hacen hincapié en la responsabilidad y la represión de Al Assad y en la necesidad de que renuncie mientras que Rusia y China cuestionan los medios y los objetivos de la oposición.

Todos coinciden en que es imperioso poner fin a la violencia, pero Moscú y Beijing rechazan cualquier intervención militar extranjera para ayudar a la oposición o derrocar a Al Assad, mientras que Estados Unidos y sus aliados, aunque aún no propusieron tal campaña, dicen que urge tomar medidas drásticas.

La reunión del Consejo de Seguridad fue inaugurada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien llamó al cuerpo a hablar con una sola voz para ayudar a Siria «a alejarse del borde de una catástrofe aún más profunda», informó la cadena CNN.

En Ankara, Turquía, Kofi Annan manifestó este lunes su honda preocupación por la violencia en Siria y dijo que el mundo debe enviar un mensaje claro de que la matanza de civiles debe cesar de inmediato.

«Hay informes graves y horrorosos de atrocidades y abusos. La matanza de civiles debe detenerse ya», dijo Annan a periodistas.

El enviado agregó que el proceso diplomático llevará tiempo.

«Esta es una situación muy compleja. Vamos a seguir presionando por el acceso humanitario, para que frenen las muertes de civiles y para llevar a todos a la mesa para trabajar sobre una solución política», agregó.

Rusia y China ya vetaron el año pasado dos proyectos de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU argumentando que los textos, apoyados por Estados Unidos, condenaban por la violencia sólo a Al Assad y exigían un cese de los ataques por parte de las fuerzas del gobierno pero no por parte de la oposición.

En Nueva York, Francia y el Reino Unido -los otros dos miembros permanentes el Consejo de Seguridad- incrementaron sus críticas a Al Assad y llamaron a Moscú y Beijing a revisar su postura.

Pero Lavrov mantuvo su oposición a una acción «unilateral» de la ONU y reiteró su condena de los ataques aéreos de la OTAN en Libia para justificar su rechazo a la campaña de Occidente en Siria.

El canciller ruso fustigó los esfuerzos por «formular exigencias apresuradas de un cambio de régimen, imponer sanciones unilaterales para generar dificultades económicas y tensiones sociales en países e inducir a la oposición a continuar con su enfrentamiento con las autoridades en vez de promover el diálogo».

Todas estas acciones, agregó Lavrov, son «recetas riesgosas de ingeniería geopolítica que sólo puede resultar en una expansión del conflicto».