Los representantes de la oposición, en bloque, pretendieron dar por concluidas las tareas de redacción de la nueva Carta Orgánica de Posadas, cuando resta una sesión para tratamiento de dictámenes. Las acciones, una suerte de «golpe institucional», fueron declaradas nulas por la Presidencia de la Convención.
La presidencia de la Convención Constituyente de Posadas, ejercida por Rolando Kegler, emitió un decreto declarando la nulidad de lo actuado por los presidentes de los bloques opositores de Unión Popular, Ramón Salazar; Unión Cívica Radical, Germán Bordón y Partido Justicialista, Raúl Dalmau, quienes desconociendo las autoridades constituidas tomaron decisiones respecto de la redacción de la nueva Carta Orgánica, que debería aprobarse sin más trámite y ordenaban la ejecución total del Presupuesto previsto para el funcionamiento del cuerpo.Kegler observó que con esa actitud ponen «en grave riesgo la institucionalidad del cuerpo» y rechazó las decisiones adoptadas dictando su nulidad. Ratificó, además, la convocatoria para el viernes 8 de octubre a las 11:00 a los fines de programar la décima sesión ordinaria de la Convención.
La convencional, Silvina Ramos denunció que sus pares opositores «decidieron unilateralmente dar por concluida su tarea en la convención». Por su parte, Germán Bordón justificó la decisión, asegurando que «creímos conveniente no continuar con las reuniones porque pretendían incorporar cuestiones que violaban la autonomía municipal».
Desde la semana pasada, Ramos aseguró que los convencionales opositores del PJ, UCR y el PRO «no asistieron a ninguna reunión de comisiones permanentes, salvo Contristano, que vino el jueves».
«La Convención tenía fijado el cronograma de actividades, donde establecía la última sesión ordinaria para el día 13 de octubre oportunidad en que se aprobarían los últimos dictámenes. De acuerdo al cronograma, el 26 de octubre estaríamos aprobando el texto ordenado de la carta, y el 8 de noviembre sería el acto de juramento», explicó.
«Las otras comisiones presididas por los convencionales renovadores no tuvieron quórum, ya que ningún convencional de la oposición de presentó a trabajar normalmente. La comisión que preside Wickström, por ejemplo, no tuvo quórum».
La convencional denunció que entre pares opositores «hubo una reunión de comisión de labor que no había sido convocada y no tenían facultades porque no estaba el Presidente. Ellos nos notificaron, mediante un acta, que daban por concluida la tarea de la convención, dejando de lado el cronograma, y fijando una fecha para la aprobación del cronograma de sesiones».
«Esto es un disparate, un golpe institucional», remató Ramos.
Por su parte, Germán Bordón respondió que «creemos conveniente no continuar con las reuniones de comisiones y pasar ya a la revisión y redacción de lo que ya se ha sancionado, más allá de que nos hubiera gustado que se aprobaran algunas reformas que proponíamos».
Al justificar la decisión de culminar con la tarea convencional, Bordón dijo que «se pretende incorporar a la Carta Orgánica el Sistema Integrado de Transporte de Pasajeros, y es una barbaridad porque viola la autonomía municipal, y garantiza un negocio para algunos».