Elbaradei pide que el ejército intervengan y a Mubarak que se vaya

El dirigente opositor egipcio Mohamed ElBaradei pidió el miércoles a las fuerzas armadas que protejan a los ciudadanos, tras una serie de enfrentamientos entre partidarios y detractores del presidente Hosni Mubarak, durante el noveno día de una revuelta que causó más de 300 muertos.

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«Pido al Ejército que intervengan para proteger las vidas de los egipcios», dijo el Premio Nobel de la Paz, citado por la cadena árabe Al Jazeera, poco después de registrase una serie de disturbios en la plaza Tahrir del centro de El Cairo.

Según fuentes oficiales, citadas por la prensa, como consecuencia de estos enfrentamientos murió al menos una persona y unas 400 resultaron heridas.

El Baradei también reiteró que el presidente Mubarak, en el poder desde hace 30 años, debe abandonar el poder antes del viernes, día en que los manifestantes están planeando llevar a cabo una protesta que denominaron «el viernes de la partida».

Por los disturbios, el ex director de la Organización Internacional de la Energía Atómica, culpó al régimen de Mubarak, al que acusa de «tácticas de terror», informó la agencia alemana DPA.

«Estoy muy preocupado, es un nuevo síntoma, una nueva indicación de un régimen criminal cometiendo actos criminales», advirtió.

«Mi temor es que esto devenga en un baño de sangre», señaló El Baradei, quien calificó a los partidarios de Mubarak de «banda de matones».
La protesta pacífica se esxitingió en Egipto, luego que grupos pro Mubarak irrumpieron en la céntrica plaza de El Cairo y se enfrentaron con palos y piedras a los criticos del mandatario.

Los soldados egipcios se mostraron impasibles ante esta situación. Mientras tanto, el régimen de Mubarak rechazado dar paso de manera inmediata a una transición como le pidió la comunidad internacional, que también reaccionó ya ante el brote de violencia.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó en Londres su «profunda preocupación» por la violencia en Egipto y señaló que los ataques contra manifestantes pacifistas son «inaceptables».

A su lado, el primer ministro británico, David Cameron, dijo que sería inadmisible que el régimen estuviera fomentando o tolerando esa violencia.