El fin de la mentira: Duhalde reconoce que “los números no le dan”

En apenas un mes y diez días, Eduardo Duhalde pasó de la euforia de su lanzamiento como precandidato presidencial a las dudas sobre su futuro político. Es que los últimos sondeos que manejan en su entorno y las dificultades propias para agrupar al peronismo disidente irrumpieron en su camino como dos escollos difíciles de sortear. El propio Duhalde admitió en una entrevista que «los números no le dan», pero insistió con que aún faltan muchos meses para que «caliente la campaña» y comiencen a definirse los nombres con más posibilidades de entrar en segunda vuelta.

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Las proyecciones de algunos de sus allegados son más crudas: «Hoy en Lomas de Zamora está cuarto en intención de voto». Lomas de Zamora ha sido históricamente el distrito fuerte del duhaldismo.

El peronismo federal hoy se presenta como un rompecabezas difícil de armar. Nadie sabe a ciencia cierta quién juega para quién y la figura de Mauricio Macri como un eventual aliado para octubre ha provocado aún más incertidumbre.

Por caso, hace algunas horas nomás, uno de los pilares del espacio, Francisco De Narváez, calificó como «excelente» la posibilidad de que el peronismo cierre filas detrás de una candidatura de Macri (ver notas relacionadas).

El líder del PRO agrupó el pasado lunes a su equipo para ratificarle que irá por la Casa Rosada y abrió una puerta para negociar un frente electoral con el peronismo. Sabe que sin la ayuda de los punteros del PJ le sería muy difícil penetrar en ciertos distritos y, sin embargo, no quiere que esa ayuda termine espantando el voto de los antikirchernistas independientes.

Paradójicamente, la estrategia de Macri tiene como principal aliada a Cristina Kirchner. Es que el líder del PRO apunta a competir en una segunda vuelta con la actual Presidente y polarizar el electorado entre quienes apoyan al Gobierno y quienes se le oponen. Un cambio de piezas en el Frente para la Victoria podría ser fatal.

En el macrismo existen dirigentes que especulan con una candidatura de Daniel Scioli, lo que consideran una «contingencia» para los planes del ex presidente de Boca. No hay un plan alternativo previsto ante esta posibilidad.

Duhalde parece tener controlado a Mario Das Neves, pero no puede con Felipe Solá. Su ex compañero de fórmula no irá a una interna y sólo se presentará a competir en las primarias abiertas previstas por ley para el 14 de agosto. La apuesta para Duhalde es muy fuerte: no quiere arriesgarse a perder la candidatura dos meses antes de ir a las urnas.

Por ahora, Carlos Reutemann está recluido en Santa Fe a la espera de que se desanden los primeros movimientos políticos del año. Recién en marzo, con el inicio de las sesiones ordinarias del Congreso se lo podría llegar a encontrar en Buenos Aires. Hasta ese momento, su postura es una intriga a la que accede un reducido número de allegados y familiares.

Los Rodríguez Saá hoy están más cerca de cerrar con Macri que de fortalecer la interna del peronismo, aunque los hermanos de San Luis siempre se guiaron por sus propios sentimientos. A la hora de las definiciones, no dudarán en escoger el camino que más le convenga a su propia carrera política.

Con el peronismo federal disperso, el crecimiento de la figura de Macri y, sobre todo, el sombrío panorama que adelantaron las encuestas, Duhalde comenzó a analizar seriamente la posibilidad de bajarse de las elecciones y buscar, ahora sí, un retiro digno de la política.