Cristina Fernández de Kirchner afirmó en el aeroparque porteño al presentar los aviones de la empresa brasileña Embraer que «se trata de la adquisición más importante a nivel de aeronavegación en los 200 años de historia». En ese marco, llamó a los trabajadores de la empresa a «acompañar este plan de negocios» y a brindar «un buen servicio y no interrumpirlo».
La Presidenta afirmó que «los sectores que prestan un servicio público, como Aerolíneas o el agua, no pueden ser paralizados» y agregó que la aerolínea estatal había sido totalmente «devastada y vaciada».
«La verdad hay que contarla completa. Aerolíneas casi hubiera desaparecido si el Estado no tomaba la decisión que adoptó. Los trabajadores deben acompañar el plan de inversiones y desarrollo. La responsabilidad pasa por no interrumpir el servicio. Es lo que les pido. Después, iremos mejorando los números de la empresa hasta llegar al superávit. La gente debe elegir viajar en Aerolíneas», dijo la mandataria.
Además, aseguró que «una empresa como Aerolíneas no sólo puede ser medida desde la rentabilidad, porque los argentinos que viven en lugares no rentables también derecho a trasladarse».
«Lo contrario sería un país muy injusto y no quiero vivir en esa Argentina. Hay que optimizar los servicios, que no pueden ser interrumpidos por ninguna causa que no sea técnica. Uno de los principales ejes sobre los que pivoteó el proceso de privatización fue el déficit en la prestación del servicio, que provocó que muchos prefirieran que se privatizaran las empresas», reseñó la Presidenta.