El mandatario lamentó que la ciudadanía capitalina no tenga los cuidados suficientes para evitar contagios de coronavirus. Se prolongaron los asuetos administrativos y el cierre de los gimnasios por una semana; este lunes se anunció el endurecimiento de las medidas.
«Veo una ciudad en la que se están tomando a la chacota la suba de casos», manifestó el gobernador, al tiempo que expresó que «el bienestar que tuvimos nos está jugando en contra», al relajarse la población.
“La situación es difícil y compleja, la pandemia se está extendiendo por Corrientes Capital”, sostuvo e instó a “tomar conciencia ya que no podemos tirar por la borda el enorme esfuerzo de estos meses que pasaron”.
“El esfuerzo hecho hasta ahora es enorme: sólo durante la última semana, realizamos casi 1.000 hisopados diarios, pero debemos seguir cuidándonos para superar este momento”, señaló el titular del ejecutivo.
Valdés dijo que desde ahora las reuniones sociales y familiares estarán prohibidas. «No se podrá salir de Capital», manifestó.
“Hablamos con el intendente Tassano y vamos a exigir horarios corrido en los comercios, de 9 a 17 horas y que los clientes no ingresen a los locales. Los supermercados funcionarán hasta las 22”, adelantó el mandatario.
Valdés también le hizo un pedido especial a los templos religiosos: que tengan sus puertas cerradas. «Le pido a los correntinos que nos cuidemos. Tengamos responsabilidad, cuidémonos”», solicitó.
“Solo en Capital se hisoparon a 7.000 personas. Inconvenientes puede haber y vamos a tener más eficiencia cuando mermen los niveles de contagio”, explicó. También dijo que así como el Hospital de Campaña por ahora tiene sólo 40 pacientes, pronto se podría llenar.

“Según los estudios, si tiene un efecto colateral será muy leve, está comprobado que es bastante inocua”, indicó el ministro, al tiempo que subrayó que no deberá indicarse ivermectina a embarazadas, lactantes, quienes presenten hipersensibilidad a la droga o niñas y niños.
Desde hace más de dos semanas, el fármaco se está testeando en la provincia con personas que tienen covid-19, que no están internadas, y que voluntariamente se anotaron para el testeo. El trabajo es llevado adelante en conjunto con el Instituto de Cardiología. “Queremos medir qué porcentaje de pacientes que reciben la ivermectina no se internan, y si se debe hacerlo, cómo sigue su evolución”, detalló Cardozo, y explicó que la prueba se hace “con 2 comprimidos de 6 miligramos”, una vez por semana vía oral.
Asimismo, el funcionario puntualizó que el uso del medicamento “fue una casualidad, en un estudio que tenía que ver con otra patología”, donde “se determinó que provocaba disminución en la replicación del virus”. “Se hicieron observaciones prácticas y se propició el uso en el covid-19, ya que se comprobó que (la droga) compite por el área donde ingresa el virus en la célula e inactiva su acción”, amplió.