El gobernador Maurice Closs se reunió con funcionarios de Estados Unidos, quienes reconocieron que no hallaron elementos que indiquen que en la Triple Frontera se desarrollen actividades relacionadas al terrorismo, sin embargo dejaron en claro su intensión de mantener monitoreada la zona, especialmente en el plano financiero. Closs también se reunió con funcionarios del Banco Mundial, a quienes pidió que aporten para la conservación de la selva misionera.
En el segundo día de actividades en Washington, capital de Estados Unidos, el gobernador Maurice Closs mantuvo reuniones en la sede del Banco Mundial, y en el Departamento de Estado, para analizar el financiamiento de la conservación de la selva misionera, y las condiciones de seguridad de la Triple Frontera, en el marco de la intensificación de la actividad turística en la región.
El Gobernador fue recibido por el responsable para Argentina y Brasil del Departamento de Estado a cargo de Hillary Clinton, Richard Sanders. En el encuentro, junto al representante de la Embajada argentina, Conrado Solari Yrigoyen, intercambiaron opiniones sobre la relación bilateral entre ambos países.
Un capítulo especial mereció la situación de la Triple Frontera; respecto a la cual argentinos y norteamericanos coincidieron en que no existen elementos concretos que indiquen que en dicha región existan actividades vinculadas al terrorismo internacional, aun cuando el representante del Departamento de Estado estadounidense sostuvo que es vocación de su país mantener monitoreada la zona para detectar potenciales vinculaciones, en especial desde lo financiero.
El gobernador Closs ratificó su vocación de seguir desarrollando el turismo en la región, incluso remarcó que «si estamos dispuestos a recibir turismo de todo el mundo, debemos tener como prioridad garantizar la seguridad en su más amplia expresión».
Por la mañana, Closs fue recibido en el Banco Mundial por el director ejecutivo representante de Argentina, Félix Camarasa. Además de analizar las líneas de crédito vigentes, la reunión estuvo centrada en el planteo de que el Banco Mundial destine fondos que permitan conservar y proteger la selva misionera.
Todas las partes coincidieron en que Misiones lleva adelante, con mucho esfuerzo, una tarea valorable de conservación de los últimos bloques de la selva atlántica paranaense, coincidiendo además que dicha conservación va en detrimento de un potencial desarrollo agrícola, tal como lo hicieron los vecinos países de Paraguay y Brasil, donde la selva cayó ante la extensión de los cultivos. Culminada la reunión, se concluyó que todavía el Banco Mundial no tiene articulado un programa que contemple esta imperiosa necesidad de facilitar la conservación del medio ambiente.
