China le da paso a una nueva generación de dirigentes y afronta nuevos desafíos

Durante la inauguración del XVIII Congreso del Partido Comunista, el presidente Hu Jintao promovió el estímulo de la demanda interna. También adviritió que no adoptará a Occidente como modelo político. El presidente chino, Hu Jintao, inauguró el XVIII Congreso del Partido Comunista Chino (PCCh), del que saldrán los nuevos dirigentes del país, advirtiendo en su discurso inaugural que si no luchan contra la corrupción el partido afrontará «su caída y la del Estado».

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El Congreso concluirá el 14 de noviembre y supone el comienzo de la despedida de Hu del poder, ya que durante este cónclave cederá el título de secretario general del Partido al vicepresidente del país, Xi Xinping, quien también lo sucederá el año próximo en la jefatura de Estado. 

Banderas rojas e insignias comunistas, el tránsito prohibido en la plaza de Tiananmen -salvo para los delegados y la prensa acreditada- o el aumento de presencia policial eran algunos de los signos que marcaban en Beijing el inicio del cónclave de siete días, del que saldrán los líderes de la próxima década.

Por televisión, radio, y hasta en comunidad, los ciudadanos de Beijing siguieron con atención la apertura del Congreso.

Durante el cónclave se renovará el Comité Central del Partido Comunista, el Politburó y el Comité Permanente, el órgano que dirige el partido de manera colegiada.

En su discurso, Hu hizo especial hincapié en la lucha contra la corrupción, el problema que, según las encuestas, los ciudadanos consideran como mayor amenaza contra la estabilidad social y que fue la cuestión de fondo en los escándalos que rodearon los preparativos del Congreso este año.

El protagonista principal de esos escándalos fue el dirigente expulsado del partido en septiembre después de acusarlo de corrupción grave, entre otros cargos, Bo Xilai, cuya esposa fue declarada culpable del asesinato el año pasado del empresario británico, Neil Heywood.

En su discurso de una hora y media, con el que comenzó el cónclave quinquenal del PCCh en el Gran Palacio del Pueblo de Beijing, el jefe de Estado y secretario general del partido enumeró los problemas que afronta el país, desde el desequilibrio económico entre las ciudades y el medio rural hasta cuestiones medioambientales.

«Debemos garantizar la unidad del liderazgo del Partido», indicó el presidente, quien insistió en que «de ninguna manera (hemos de) trasplantar mecánicamente los modelos del sistema político de Occidente».

Pese a un descenso en el ritmo de desarrollo de la economía china, el saliente jefe de Estado y del PCCh prometió a los chinos una duplicación de sus ingresos para el año 2020 e indicó que el rendimiento económico del país también se duplicará para esa fecha.

Tras años de un crecimiento desmedido, dijo el presidente ante los más de 2.200 delegados reunidos, que el desarrollo económico se debe hacer «más equilibrado, coordinado y sostenible», según informó la agencia de noticias DPA.

Debido a la crisis económica mundial, el crecimiento de China se reducirá en el tercer trimestre de este año al 7,4%, tras veinte años de un promedio de crecimiento del 10% anual.

A raíz de esto, China debe acelerar el cambio hacia un nuevo modelo de crecimiento que se base menos en las exportaciones e inversiones, a cambio se deberá estimular la demanda interna, señaló Hu en su último gran discurso como jefe de Estado.

Según Hu, China alcanzó «nuevos éxitos históricos» durante su década como líder del partido, pero tuvo «oportunidades sin precedentes para el desarrollo y (enfrentó) riesgos y desafíos desconocidos en el pasado».

«Debemos apuntar más alto y trabajar más duro y continuar buscando el desarrollo de un modo científico, promover la armonía social y mejorar la vida de las personas», agregó.

Un día después de finalizado el Congreso, el Comité Central, poderoso organismo integrado por 370 miembros, realizará su primera sesión en la que aprobará el nuevo buró político y su Comité Permanente.

Cerca de dos tercios de la vieja cúpula partidaria renunciará, según estiman expertos, para darle lugar a la nueva «quinta generación de líderes».