Chile: Informe forense del Servicio Médico Legal determinó que Allende se suicidó

La Justicia chilena confirmó que el ex presidente Salvador Allende se suicidó con un fusil, según el informe de la autopsia realizada a sus restos, exhumados en mayo, ante dudas sobre la causa del fallecimiento planteada por algunos tanatólogos. El informe de la nueva necropsia practicada por el Servicio Médico Legal confirma la versión oficial de que Allende se disparó en la cabeza con un fusil AK-47 el 11 de septiembre de 1973, cuando resistía en La Moneda el violento golpe de estado encabezado por el ex dictador Augusto Pinochet, según reportaron las agencias de noticias DPA y ANSA.

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«La causa de muerte, como es conocida por toda la opinión pública, por su familia y por el juez, es herida de proyectil; la forma de muerte corresponde a suicidio», afirmó el director del Servicio, Patricio Bustos, luego de recibir el resultado de la autopsia, de la que participaron expertos internacionales.

El funcionario informó que un equipo médico forense determinó que el ex mandatario se suicidó con un fusil AK-47 con una ráfaga automática que disparó dos balas, siendo una de ellas encontrada entre sus restos.

«Estamos en condiciones de poder asegurar que se trata de una muerte violenta de etiología médico legal suicidio sin lugar a dudas», precisó el médico español Francisco Echeverría, que participó del examen.

«La lesión que existe en el territorio encefálico se ha producido como consecuencia de un disparo por arma de fuego con un fusil que estaba prácticamente en apoyo con la mandíbula», agregó el experto.

El informe, firmado en forma unánime por peritos nacionales y extranjeros, desvirtuó -así- versiones que apuntaban a que Allende fue ultimado por los militares o por sus propios colaboradores, como afirmaban algunos tanatólogos y periodistas.

El representante de la Cruz Roja Internacional para el Cono Sur, el veedor colombiano Felipe Donoso, calificó el proceso de «ejemplar», destacando su «transparencia».

Bustos entregó la información al juez Mario Carroza, quien ordenó la exhumación y la pericia por pedido de la Corte Suprema, la familia Allende y organismos de derechos humanos.

La senadora socialista Isabel Allende, hija del ex mandatario, aseguró que la confirmación de la no intervención de terceros en la muerte de su padre le da tranquilidad a la familia.

«La conclusión es la que la familia Allende tenía; es decir, que el presidente Allende el 11 de septiembre de 1973, ante las circunstancias extremas que vivió, tomó la decisión de quitarse la vida, antes de ser humillado o vivir cualquier otra situación», dijo la parlamentaria.

La investigación sobre las causas de la muerte del ex jefe del Estado se inició a raíz de una decisión histórica de la Corte Suprema, que ordenó investigar los cientos de casos de violaciones de derechos humanos que permanecían sin juicio en el país.

Entre ellos estaba la muerte de Allende, considerada la primera violación de derechos humanos por los informes oficiales emitidos en democracia.

Allende, el primer marxista que triunfó en las urnas en una elección democrática, manifestó desde el inicio de su gestión sus sospechas de que los sectores conservadores no dejarían de intentar derrocarlo con un golpe militar.

Su presunción y su destino quedaron plasmados en frases como «De aquí, al cementerio, yo no soy hombre de exilio», pronunciada ante sus ministros en su primera reunión de trabajo en La Moneda, o «esta es carne de estatua», que dijo en varias ocasiones.

El día del golpe militar, cuando aviones Hawker Hunters y tanques atacaban La Moneda, Allende ordenó a todos sus colaboradores que abandonaran el palacio presidencial y resistió -con un puñado de personas- el ataque.

«Otros hombres superarán este momento amargo y gris», resumió en una arenga final que hizo a sus seguidores en un mensaje radial grabado momentos antes de su suicidio.

Cuando los militares ingresaban a La Moneda, Allende se encerró en un salón, tomó el fusil AK-47 regalado por su amigo Fidel Castro y se disparó. El arma fue tomada por los militares y nunca apareció.

En Chile, durante la dictadura militar unas 3.000 personas fueron ultimadas o desaparecidas, y otras 50.000 fueron torturadas, incluidos niños de 2 años.