Los dos adolescentes que fueron detenidos por el homicidio de Lucas Vega (18) fueron llevados el martes ante la jueza Correccional y de Menores Marcela Leiva, quien ordenó que queden alojados en un pabellón especial de la unidad penitenciaria destinada a los menores. La magistrada ordenó una serie de medidas antes de decidir si los deja al cuidado de las familias o permanecen privados de su libertad, algo poco probable debido a que por su edad -catorce y quince años- son inimputables para el sistema penal argentino. El autor material del disparo que acabó con vida de Vega es el hijo de un suboficial de la Policía Federal que presta servicios en la Delegación Posadas y ahora enfrenta un sumario interno. Es que los peritos de la División Criminalísticia ya comprobaron que el proyectil que atravesó la cabeza de la víctima partió del arma reglamentaria del uniformado.
El lunes, el hombre se presentó ante su superior y luego ante la Policía de Misiones para contar que sospechaba que su hijo de quince años tenía relación con el homicidio. El menor había llegado a su casa en el barrio Nueva Esperanza agitado en la madrugada del domingo y alegó que había sido perseguido por otros jóvenes.
El hecho de que a su pistola reglamentaria le faltara un proyectil fue otro de los elementos que le hicieron presumir que el chico le había sustraído el arma para cometer el asalto que terminó en homicidio.
La información aportada por el suboficial permitió esclarecer el crimen, ya que hasta ese momento la Policía de Misiones no tenía ninguna pista concreta para dar con los homicidas.
Lucas había sido baleado en el rostro el domingo a las 5.40, cuando dos ladrones lo interceptaron en la avenida López Torres casi Mariano Moreno, en Posadas. El joven caminaba hacia la parada de colectivos junto a una amiga para tomar el colectivo cuando sufrió el robo. Vega fue baleado cuando los asaltantes constataron que sólo tenía siete pesos y carecía de teléfono celular.
Tras efectuarle el disparo con la pistola calibre nueve milímetros, escaparon corriendo del lugar.
El jefe de la Seccional Tercera, el comisario Brítez, se hallaba en la zona, ya que esa madrugada realizaba un operativo de control en cercanías de la bailanta Metrópolis. El oficial también se sumó al operativo, pero los menores lograron eludir y rápidamente regresaron hacia sus casas.
Vega fue llevado de urgencia al Hospital Escuela, donde ingresó con muerte cerebral y el lunes a media mañana se produjo finalmente su deceso. El martes sus restos mortales fueron inhumados en un marco de profundo dolor familiar.
El autor del homicidio de Lucas (18) tiene 15, su vecino y coautor 14 años.
El revolver 9 milímetros era el reglamentario que tenía el Suboficial Pérez, sustraído por su hijo de 15 años que terminó con la vida de Vega.
El Britez explicó sobre la indagación por el asesinato de Lucas Vega: «convengamos que la investigación está acompañada de una cuota de suerte, sin la información de la policía Federal hubiera sido difícil esclarecer el hecho. Nosotros recibimos la información de que podría haber un hijo de un efectivo de la Policía Federal que intervino en el hecho, informó el Suboficial Pérez de A 4 padre del chico de 15 años que habría disparado a Lucas y el vecino de enfrente del barrio Nueva Esperanza de 14 años, estas familias estaban desgarrados por la situación y sorprendidos, pero debo destacar la colaboración de ambas familias. No pudimos charlar mucho con el padre del chico, porque estaba muy mal de ánimo».