El abogado Eduardo Paredes que como patrocinante de María Ovando y a pedido de entidades de derechos humanos y feministas, preparó el pedido de excarcelación, presentado la semana pasada al Tribunal Penal de Eldorado, dijo que «para ser honestos hay que rescatar que la doctora Ana María Mayerhoefer, la defensora oficial, ha hecho un muy buen trabajo». Pero además señaló en declaraciones a y tras admitirse como «muy crítico con el aparato judicial», que hay «un par de Tribunales y en especial éste de Eldorado que ha emitido un par de fallos que merecían trascendencia nacional y no la tuvieron.
«Uno de ellos es el caso de anulación del homicidio a unos policías por el caso de torturas a unos imputados. Ese Tribunal lo anuló y es un excelente fallo que debía tener trascendencia nacional».
Manifestó que en función de esos criterios exhibidos por el tribunal «creo que la van a excarcelar» a María Ovando, la mujer detenida por la muerte de una de sus hijas, a quien enterró sin avisar a nadie, antes bien ocultando que había fallecido. «Independientemente del juicio, la van a excarcelar. Pero creo que este es un caso además referido a una cuestión que se discute mucho académicamente y es que es muy difícil cambiar la subcultura judicial. Porque podría estar bien o mal imputada pero debió haber sido excarcelada. Y este no es un problema de acá solamente sino también del país y de Latinoamérica, donde se exacerba la detención. Argentina fue sancionada en 2010 por la Corte Interamericana de Justicia por tener detenidos sin condena».
Dijo que lo ocurrido con esta mujer es que «al estar imputada de un delito que tiene una pena máxima de 15 años, se la deja entonces detenida. Pero debió ponerse a resguardo a los hijos, como se hizo y excarcelarla».
Paredes dijo no conocer el caso a fondo pero sí saber de la imputación que es «abandono de persona agravado por el vínculo. Es que no están muy claras las causas de muerte» de la pequeña hija de Ovando. «De todos modos, si fuera juez y en esto está también la mejor doctrina argentina -entre ellos Zaffaroni- diría que estamos ante un problema cultural de magnitud. Esta mujer es analfabeta total, no s{olo funcional. Accidentalmente tiene a los hijos documentados, pero vive de picar piedras. Es una pobladora no una ciudadana. Y esta es una diferencia que alguna vez se tomó desde la política judicial. Porque no gozaba de ninguno de los derechos. Entonces la pena no tiene base ética. Por la vía que sea, debe ser absuelta. Porque inclusive si se la condena la Corte anulará el fallo», estimó.
Hizo notar además que «el caso de María Ovando nos muestra el estado de exclusión africanizado que no arranca ahora sino de mucho tiempo atrás. Y es el espejo en el que nos miramos todos nosotros, las provincias del Norte del país. Es lo que somos como sociedad. No sé cómo se resuelve, peor la criminalización oculta la realidad».