Los primeros cotejos de ADN realizados en la causa por el crimen de Candela Rodríguez dieron resultado negativo, en tanto los investigadores procuraban localizar a un décimo sospechoso mencionado ante la Justicia por uno de los detenidos. Fuentes vinculadas a la pesquisa informaron a Télam que los resultados de ADN que llegaron a manos del fiscal de Morón a cargo del caso, Marcelo Tavolaro, son «parciales», ya que restan realizar muchos más cotejos que aún están en proceso.
En principio, los análisis realizados corresponden a los comparativos de ADN de los seis detenidos en la causa con muestras obtenidas en tres allanamientos, uno de ellos en la casa del apresado Hugo Bermúdez, en Avellaneda 290, de Morón.
Los voceros aclararon que aún no se realizaron, entre otros, los comparativos de ADN entre los apresados y el material levantado de la casa de Kiernan 992, donde se cree que Candela estuvo cautiva.
Sobre la búsqueda de un décimo sospechoso en el marco de la causa, las fuentes dijeron que surgió a partir de datos aportados por uno de los detenidos, quien además mencionó y comprometió aún más a otros dos apresados por el caso.
«No se trató de una confesión, sino que uno de los detenidos dijo que sabe que otros dos mantuvieron un diálogo con un tercero, aún prófugo, que les preguntó dónde podía hallar a la niña» luego secuestrada y asesinada, dijo el vocero a Télam.
La información sobre la existencia de este último sospechoso fue aportada en un primer momento por el abogado Matías Morla, defensor del carpintero Ramón Altamirano, quien dijo al canal TN que en las últimas horas «surgieron novedades» por las que «se busca a un prófugo que está muy comprometido».
«En la causa hay novedades que comprometerían a la gente que está detenida, novedades relacionadas a una persona que están buscando intensamente y que está muy comprometida», expresó el abogado, quien consideró que más allá de los ADN negativos hay elementos para dictar la prisión preventiva de la mayoría de los acusados.
Además de Altamirano, por el crimen están detenidos Gladys Cabrera, la dueña de la casa de Villa Tesei donde se halló el ADN de Candela; el uruguayo Bermúdez; el albañil Alberto Espíndola; el fletero Guillermo López; el verdulero Fabián Gómez apresados en Hurlingham, ambos acusados como partícipes necesario en el crimen de Candela, aunque se declararon inocentes.
Todos están acusados de ser «partícipes necesarios» del crimen, excepto Bermúdez, a quien el fiscal Tavolaro imputó como «autor material» del homicidio.
Mientras que los torneros Alfredo Monteros y su hijo del mismo nombre, y el fletero Gustavo Valenzuela fueron detenidos y luego liberados ya que se les imputa el delito de «encubrimiento agravado», que es excarcelable.
Candela desapareció el 22 de agosto pasado, cuando salió de su casa de Villa Tesei, partido de Hurlingham, y tras nueve días de búsqueda fue encontrada asesinada a 35 cuadras de su casa, en esa misma localidad de la zona oeste del conurbano.