El ex dictador de Haití Jean-Claude «Baby Doc» Duvalier fue arrestado el martes en el lujoso hotel de Puerto Príncipe donde se hospedaba tras ingresar al país luego de permanecer 25 años en el exilio. Según confirmó un alto funcionario del gobierno a la radio Metropole, Duvalier fue escoltado desde el hotel hasta la Fiscalía donde será interrogado por un fuerte operativo policial.
El ex dictador ingresó al país en forma sorpresiva domingo pasado, acompañado por varios colaboradores, luego de haber sido derrocado hace 25 años por una revuelta popular.
Duvalier gobernó Haití entre 1971 y 1986 y es considerado, junto a su padre Francois -cuyo mandato se extendió entre 1957 y 1971- responsable de un régimen de mano de hierro, con desprecio a los derechos humanos y corrupción.
Duvalier y su esposa, que llegaron sorpresivamente el domingo a Haití, abandonaron escoltados por la policía el hotel Karibe en el que estaban alojados. Rodeados por los agentes y sus abogados, atravesaron la recepción del hotel, constataron periodistas de la AFP. Duvalier, que no estaba esposado, se mostraba sonriente.
Gervais Charles, jefe de la orden de abogados de Puerto Príncipe, dijo a la AFP que el ex dictador estaba siendo «conducido a la oficina de la fiscalía» para ser informado sobre su caso.
Algunos simpatizantes del ex dictador (1971-1986) se manifestaron ante el hotel a gritos de «Duvalier presidente», y reclamaron la dimisión del actual jefe de Estado, René Preval.
«Preval debe entregar el poder», declaró uno de los manifestantes, Gerant Jean, de 30 años. «La juventud sabe que hubo la dictadura, pero Duvalier ha hecho mucho por Haití. Ahora vivimos de su obra. Debe quedarse, Haití lo necesita», añadió.
Las organizaciones internacionales defensoras de los derechos humanos consideran a Jean-Claude Duvalier responsable de la muerte de miles de opositores. El ex dictador también ha sido acusado de desviar fondos bajo su presidencia, de 1971 a 1986.
En ese marco, Suiza prevé devolver al pueblo haitiano unos 5,7 millones de dólares, depositados por la familia Duvalier en bancos del país europeo.
A su regreso el domingo, Duvalier se limitó a declarar que había vuelto «para ayudar», en un país plena crisis política, tras la postergación sine die de la segunda vuelta de la elección presidencial, y humanitaria, un año después del sismo de enero de 2010, que dejó 250.000 muertos y cientos de miles de damnificados.
El lunes, el primer ministro haitiano, Jean-Max Bellerive, dijo que Duvalier podía ser llevado ante la justicia si se presentan cargos en su contra.
«Si hay procedimientos judiciales en los que (Duvalier) está implicado, la Justicia hará lo que tenga que hacer», señaló el primer ministro.
Michele Montas, ex portavoz del secretario general de la ONU Ban Ki-Moon y cuyo difunto esposo, el periodista Jean Dominique, fue víctima del régimen de Duvalier, indicó que va a presentar una denuncia.
«Queríamos presentar una denuncia colectiva, pero al final, siguiendo los consejos de nuestros abogados, presentaremos tres o cuatro demandas individuales lo antes posible», declaró a la AFP.
Varios expertos en derechos humanos de la ONU examinan actualmente la posibilidad de que las autoridades haitianas hagan responder a «Baby Doc» ante la justicia, según indicó en Ginebra el Alto Comisionado para los Derechos Humanos.
Su reaparición en Haití saca a la superficie «todas las cuestiones que le afectan», así como «la impunidad y la responsabilidad en torno a él», explicó el portavoz de la Alta Comisionada, Rupert Colville.
El regreso del ex dictador, quien heredó el cargo de su padre Francois «Papa Doc» (1957-1971), se produce en plena crisis política en Haití, casi dos meses después de la primera vuelta de la elección presidencial, cuyos resultados aún no fueron anunciados oficialmente.
Según una misión de investigación de la Organización de Estados Americanos (OEA), el candidato elegido por el presidente saliente René Preval para sucederlo, Jude Célestin, fue tercero en los comicios, por lo que debe quedar fuera de la segunda vuelta, al contrario de lo que dicen los resultados preliminares, que lo sitúan en segunda posición.
Preval, cuyo mandato expira el 7 de febrero, aún no reaccionó a las conclusiones de la OEA.