El cardenal Ángel Rossi no anduvo con rodeos al describir la dramática realidad de las personas mayores en Argentina y en especial la des los jubilados, a quienes el gobierno de ultraderecha de Javier Milei no les guarda ni un céntimo de piedad, como si ellos fueran los enemigos de sus políticas libetarias.

“Eutanasia disimulada”
“Comienza este tiempo de espera, de espera y esperanza. No es una espera fea, nuestro pueblo conoce esperas duras”, expresó Rossi.

Y luego enumeró: “La espera de una guardia en el hospital no es grata. La espera de un jubilado, que en vez del júbilo de recibir una buena jubilación, tendrá que optar entre comer o medicarse”.

“Esa miserabilidad que estamos viviendo donde nuestros abuelos, nuestros viejitos están a veces en una especie de eutanasia disimulada, dice el papa Francisco, como sistema”, sostuvo el arzobispo de Córdoba.

“Para muchos es muerte”
“Si tenés que elegir entre comer y medicamentos, tendés a comer, con lo cual hay medicamentos que no reciben. Por lo tanto para muchos es muerte”, aseguró Rossi.

“Por lo tanto nuestro pueblo tiene esperas duras. La espera de los transportes, la espera de una mamá o de una esposa en la cola de las cárceles para ver al hijo o al esposo. Son esperas duras”, prosiguió en la parte final del sermón.

“Nuestro pueblo es maestro de una esperanza crucificada muchas veces, pero también es maestro de una esperanza gozosa, de una esperanza linda, esperanza de familia, esperanza de gozo aún en tiempo de las dificultades”, concluyó Rossi.

El cardenal dio la misa dominical, la primera del tiempo de Adviento para los católicos, en la capilla Nuestra Señora del Loreto, del Seminario Mayor, ubicada en avenida Hipólito Yrigoyen 64 de la ciudad de Córdoba.