Una virgen llora sangre en Posadas y en Iguazú otra lagrimea

El fenómeno que se dio por primera vez en 2006 volvió a repetirse el pasado fin de semana en la casa de la propietaria del cuadro del Jesús Buen Pastor que también derramó lágrimas de sangre. En Iguazú aseguran que lagrimea una imagen de la Virgen de Caacupé. Hace dos fines de semana en Apóstoles también derramó lágrimas la imagen de la Virgen Dolorosa.

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El fenómeno de lágrimas de sangre tuvo lugar el jueves y viernes pasado en la casa de Cristina Gory Rehbein, propietaria del cuadro del Jesús Buen Pastor que también lloró sangre hace un tiempo, conmueve a su familia y grupo de oración cercanos a la Iglesia Santos Mártires de Posadas.

Cristina no sale de su asombro y orgullosa muestra la imagen del Inmaculado Corazón de María que aún emana olor a rosas. «Estamos muy conmocionados y esto debe ser una señal. La primera vez lloró sangre fue un miércoles Santo de 2006 y pero no con la intensidad con la que lo hizo la semana pasada», explicó.

Si bien para ella no hay duda alguna de esta manifestación divina, es prudente y asegura que seguramente el año entrante sumará la imagen al itinerario del cuadro del Jesús Buen Pastor que recorre las iglesias.

En Iguazú en una especie de santuario casero, la familia de Rumilda Martínez, tiene hace varios años la imagen de la Virgen de Caacupé, se produjo un fenómeno similar.

La mujer contó que el domingo último alrededor de las 15, la estatua de la virgen comenzó a emitir lágrimas, y que desde entonces vecinos y devotos de otros lugares, se acercan para rezar el rosario y venerarla.

En Iguazú también se emocionan por una Virgen que llora En la vivienda de Rumilda Martínez, sobre la calle Félix Bogado del barrio Villa Alta de Puerto Iguazú, la imagen de la Virgen de Caacupé derramó lágrimas. Esto fue a las 15 del domingo, al mismo tiempo que lloviznaba en la zona. En el barrio, los vecinos están conmocionados. «Si hace eso, por algo es, algo está manifestando», comentó uno de ellos. Este acontecimiento se conoce días después del de Apóstoles, donde la Madre Dolorosa de la parroquia San Pedro y San Pablo llora desde el último domingo 11.

Martínez explicó que «comenzó ayer (domingo)  a las 15, mientras caía una pequeña llovizna sobre la casa, que no vimos que cayera en otro lugar».