Un nuevo testigo se sumó al grupo de los que reconocieron al barrabrava Cristian Favale como el que habría disparado el tiro que mató al joven militante Mariano Ferreyra en la protesta de ferroviarios tercerizados en octubre. Fornido, con pelo corto y barba candado fueron las características que esta mañana aportó uno de los cuatro testigos que declararon en la fiscalía a cargo de Cristina Caamaño.
«Dan los rasgos que corresponde a Favale», dijo una fuente con acceso a la causa, donde ya son cuatro los testigos en el grupo que integraban el joven asesinado y otros dos militantes heridos que dan igual información.
A ellos debe sumarse uno de los seis detenidos, el afiliado ferroviario Juan Carlos Pérez, quien dijo que el disparo sonó de atrás suyo y que en esa posición se encontraba el hombre con aspecto de patovica y barba candado al que conocía como «Harry».
La causa reúne ya trece cuerpos y 2600 fojas a las que aun no se incorporaron las pericias balísticas ordenadas por la jueza de instrucción Wilma López a la Gendarmería, que aún no concluyeron.
No obstante, las fuentes admitieron que ya están detectados diversos calibres de balas ademas de la 38 que mató a Ferreyra lo que da seguridad que hubo varios tiradores y otras tantas armas.
En cambio, no hay datos que revelen por ahora que hubo disparos del lado de los atacados, entre los que se encontraba Ferreyra y los también militantes del Partido Obrero Elsa Rodríguez y Nelson Aguirre, que apoyaban a los tercerizados.
El lunes, uno de los militantes pero de otro grupo de apoyo, Víctor Amarilla, identificó formalmente a Favale ante la justicia y frente a un video dijo que «fue el quien disparó», respaldado por otro de los testigos de Convergencia de Izquierda.
Además de Favale, sindicado como presunto autor material del crimen, están detenidos el delegado sindical Pablo Díaz, presunto organizador del grupo y los empleados ferroviarios Pérez; Jorge González, Salvador Pipito y Gabriel «Payaso Sánchez».
Las fuentes añadieron que «se está buscando agotar toda la secuencia que derivó en los disparos, la muerte de Ferreyra y las heridas a otras dos personas. Una vez cerrado ese círculo se avanzará en las responsabilidades organizacionales y el rol que le cupo a la Policía».
