«Vamos a seguir adelante con el embarazo», dijo el padre de la chica violada

Vidal Aguirre Lugo, de 55 años y padre de once hijos aseguró que se van a hacer cargo y «con amor» del embarazo de su hija de 14 años, quien quiso abortar el producto de una supuesta violación de un tío que vivía con ellos. Los médicos le advirtieron que la práctica era riesgosa para su edad, dado el avanzado estado de gestación, poco más de tres meses. Si bien la adolescente «está bien gracias a Dios», dijo el padre, y hoy fue dada de alta del Hospital donde pasó dos días internada, quien no se encuentra estable es la madre, que «está muy nerviosa, con presión alta y medicada con pastillas».

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El hombre aseguró respecto a la situación de su hija menor «estamos de acuerdo en que ella seguirá con su embarazo»,  y que volverá a la escuela donde cursa el sexto grado. La madre, de 42 años, ayer no quiso recibir a la prensa, no se encuentra en buena situación de salud ya que no consigue superar el impacto de su hija embarazada en una violación de un familiar, hermano suyo, y «sigue con nervios y alta presión, está acostada», contó el esposo. Las necesidades que tendrán que afrontar el matrimonio con nueve hijos viviendo con ellos de los once que tienen, en una casa de madera precaria sin agua potable, es justamente de una vivienda más digna y los ingresos dinerarios.

El hombre trabajaba de albañil y alzando bolsas de cemento se lesionó la columna, tuvo que salir a vender chipa en la calle, y al alzar un canasto con 300 chipas la lesión se acentuó y quedó con una discapacidad, según precisó una radiografía «columna con signos de desecación y degeneración de discos», motivo por el cual está gestionando una pensión en la Anses desde hace dos años.

«Hace poco volvió un papel pidiendo fotocopia de DNI, fue en junio y me dijeron que tengo que esperar tres meses para recibir la pensión y de ahí que tramite el certificado de Discapacidad», contó Vidal Aguirre Lugo. También dijo que hace un tiempo intentó conseguir una vivienda pero no puede acceder «porque no tengo sueldo».

Por lo tanto la familia vive de la asignación universal por cinco chicos, más los ingresos por venta de chipa en Gobernador Virasoro. Un hijo de 18 años que está haciendo el secundario nocturno, lleva ahora la canasta de chipas para vender en un puesto frente al hospital de la localidad correntina. Para ello, después de salir del colegio a las 12 de la noche compra la chipa en la fábrica y viaja a Virasoro a vender tres veces a la semana, «y duermo en el colectivo», dijoce.

El joven hermano de la chica violada, Carlos Aguirre contó que recibieron la visita de psicólogos «pero no es la parte psicológica el problema sino la económica, por todo lo que afrontaremos con el bebé», afirmó al tiempo que contó que recibieron más prensa que ayuda.

En cuanto a la decisión de dar marcha atrás con la solicitud de aborto realizada a la Justicia,  Carlos recalcó que «la tomó mi mamá porque los doctores dijeron que es un riesgo hacer el aborto. La gente que me rodea me dijo que no había problemas pero para los doctores sí».