Tschirsch recargado y con discurso mesiánico va contra el matrimonio gay

El diputado provincial ultrapuertista, Pablo Tschirsch, dejó claro su rechazo al proyecto que pretende modificar el código civil para que personas del mismo sexo puedan casarse en la Argentina. Aseguró que respeta sus libertades individuales pero, «como todo hombre que cree en Dios», sabe que es una falta de respeto admitir que un grupo minoritario imponga sus reglas. El ex vicegobernador y candidato a gobernador en el año 2007 reapareció en los medios con un discurso ultraconservador que a decir verdad es coincidente con muchos otros legisladores provinciales.

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«En la vida hay un gen del hombre y un gen de la mujer. Es la unión estable y comprometida entre un hombre y una mujer. El que tiene la Biblia en su base sabe que Dios lo prohíbe terminantemente». Aclaró que su postura no significa un desprecio hacia las personas, y pidió prudencia sobre el tema refiriéndose al pastor de Posadas que había afirmado que «los homosexuales no van al cielo».

El legislador solicitó que se abra un plebiscito para que la sociedad también pueda expresarse. «Que le pongan homonio, lesbimonio o como se les ocurra, pero que no nos impongan cambiar las leyes del matrimonio».

Tschirsch dejó entrever que los senadores y diputados llevan una presión en sus hombros al tratar el tema, por temor a ser tildados de discriminatorios y opinó que aquellos que lo apoyan son ignorantes del conocimiento de la palabra de Dios.

«Si se desintegra el matrimonio, estamos condenados a un mayor fracaso. Los chicos seguirán anhelando siempre tener un papá y una mamá».

Por su parte en un proyecto de declaración, la diputada Mónica Alustiza expresó su «profunda indignación y desagrado» con la propuesta de modificación del artículo 172 del Código Civil, que establece el matrimonio de personas del mismo sexo con acceso a la adopción de niños. Pidió que la provincia de Misiones adopte una clara posición al respecto, teniendo en cuenta la opinión de la sociedad misionera y abrir de esta manera el debate.Fundamentos

Alustiza fundamenta que la palabra matrimonio procede de dos palabras romanas: «matris» y «munio». La primera significa «madre», la segunda «defensa». El matrimonio es por lo tanto la defensa, el amparo, la protección de la mujer que es madre, el mayor y más sublime oficio humano. Entendemos al matrimonio entonces como una relación entre el hombre y la mujer, que en su diversidad se complementan para la transmisión y cuidado de la vida, se trata del bien mas preciado de una sociedad. De esta manera, queremos decir que la heterosexualidad es la esencia del matrimonio, incluir otros conceptos como la homosexualidad sería distorsionar el espíritu de la palabra matrimonio. Se trata de una realidad que tiene su raíz en la misma naturaleza humana, y por lo tanto sabemos que la naturaleza es sabia y la misma no discrimina.

Por otro parte, explica que la no autorización del matrimonio entre personas del mismo sexo tiene su fundamento en la ley positiva y en la naturaleza misma de la institución, dado que no sólo la literalidad del artículo 172 del Código Civil, sino también su espíritu sostiene este principio.

El artículo 172 del Código Civil establece que «es indispensable para la existencia del matrimonio el pleno y libre consentimiento expresado personalmente por hombre y mujer ante la autoridad competente para celebrarlo…» De esta manera, si falta alguno de estos requisitos, el matrimonio no existe. Es por ello que consideró importante resaltar que la institución del matrimonio no atiende sólo a los intereses privados de los contrayentes o al desarrollo de su personalidad, sino que regula actos que van más allá de la esfera de la intimidad y que se relaciona directamente con la organización de la sociedad toda. Dicha institución garantiza la continuidad de la especie y a la educación de los hijos en valores.

Para la diputada se trata de un tema que es crucial para la sociedad toda. Se «está intentando cambiar rasgos fundamentales de nuestra cultura, lo cual lo convierte de enorme trascendencia y magnitud. No se puede cambiar los parámetros de una cultura a través de un voto en el parlamento. Los cambios culturales son productos de generaciones en generaciones, se dan de manera espontánea y natural y no a través de leyes. No podemos pretender que a través de una ley podamos crear una cultura nueva, una nueva forma de pensamiento, una tradición, un folklore, está claro que no es así de simple».

Finalmente, Mónica Alustina indica que «la unión del hombre y la mujer en matrimonio conforman la familia, institución que existe desde los inicios mismos de la historia de la humanidad, y su protección se refleja en nuestros días en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre la cual exige reconocer el derecho del hombre y de la mujer a contraer matrimonio y a formar una familia.

Con este proyecto de Declaración, queremos incorporar al debate a toda la sociedad misionera para que se pronuncie al respecto, sumando sus reflexiones en un diálogo sincero que nos facilitará la desafiante tarea de legislar sobre temas cruciales para el porvenir de nuestra sociedad».