Sediciosos toman jefatura de policía mientras que el Gobierno mantiene cordura y firmeza

La violencia ya es parte intrínseca de los policías huelguistas. Por la fuerza y violentamente la tarde del martes tomaron por asalto la Jefatura de Policía de Misiones. La templanza y responsabilidad de quienes estaban dentro del edificio respondiendo a los poderes democráticos evitó que el hecho sea una tragedia.  Hubo forcejeos, golpes de puño entre los que ingresaron a tomar la Jefatura contra los que estaban adentro. Sacaron a los efectivos que cumplían funciones administrativas y clausuraron el frente. El gobernador Maurice Closs por la noche dio de baja a cuarenta efectivos de la fuerza. Está claro que se excedieron en el reclamo salarial jugando otros intereses claramente políticos. hay una denuncia por sedición y los denunciados rápidamente presentaron pedidos de eximición de prisión. Este miércoles habrá un encuentro en la Plaza 9 de julio, frente a la Casa de gobierno en apoyo a las instituciones democráticas. Durante toda la madrugada hubo una vigilia a favor de la democracia y la paz social que reunió a unas quinientas personas.

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Tras la toma de la jefatura hubo amenazas de tomar la Casa de Gobierno si no atendían su reclamo de un sueldo inicial de cinco mil pesos. La última vez que la Casa de Gobierno estuvo en riesgo fue en el Golpe de Estado de 1976, cuando los militares tomaron el poder por las armas.

El Gobierno reiteró que no negociará bajo extorsión y que la oferta que realizó, de una suba del 40 por ciento en el salario de bolsillo, es insuperable.

Ante la escalada violenta que se registró con los uniformados que están en huelga, la Gendarmería reforzó la seguridad en Casa de Gobierno y todas las instituciones federales. Prefectura Naval hace lo mismo en varias ciudades y patrulla en el centro y zonas costeras.

Ante el accionar de policías sediciosos que tomaron la Jefatura de Policía e hicieron circular la amenaza de que estaban dispuestos a tomar la Casa de Gobierno, el Poder Ejecutivo Provincial, aplicando las normativas vigentes los identificó y los separó de la fuerza. Además, la Justicia pidió la identificación y captura de al menos 20 de ellos.

En tanto los policías que aceptaron la oferta, que representan cerca del 70 por ciento de la fuerza policial, comenzarán a cobrar este miércoles el sueldo con el incremento del 40 por ciento de bolsillo ofertado por el Gobierno.

El Jefe de la Policía de Misiones, comisario general Jorge Munaretto, aseguró que el  servicio de seguridad se cumple con normalidad en Misiones.

El jefe policial hizo notar además que está garantizada la seguridad en todas las entidades  bancarias de la provincia.

Otra noticia importante de las últimas horas es que están funcionado todos los servicios sociales que presta la Policía a sus afiliados.

 Munaretto destacó la valiosa colaboración de las fuerzas federales, habiéndose incorporado la Prefectura Naval Argentina en el patrullaje de la Costanera de Posadas.

 Respecto del pago de haberes a las fuerzas de seguridad provinciales, que como todos los estatales percibirán hoy sus salarios, el Jefe de la Policía precisó que las liquidaciones con el 40 por ciento de aumento alcanza al 70 por ciento de los policías, porcentaje que aceptó la propuesta del Gobierno Provincial.

Dado que en el Servicio Penitenciario Provincial no hubo objeciones al aumento propuesto, la totalidad del personal percibirá con el aumento del 40 por ciento.

Estancada la situación y mientras comenzaba a normalizarse la prestación de servicios de seguridad con la colaboración de fuerzas federales y policías que no se sumaron a la protesta, anoche un grupo de sediciosos tomó la Jefatura de Policía y amenazó con avanzar sobre Casa de Gobierno.

Dado el cariz de los acontecimientos y mientras la sociedad civil se autoconvoca en la plaza 9 de Julio en defensa de la Democracia y las Instituciones, hay divisiones en el seno de los policías en protesta.

Los cuestionamientos han surgido porque comenzó a diferenciarse un grupo que advierte que se superó el punto de reclamo salarial para entrar a un terreno de avasallamiento institucional que no era intención original de los peticionantes, quienes al superar ese delicado límite pone a todos en situación de sediciosos.