El puertismo está sin rumbo. Luego de que los ¿aún? dos únicos legisladores que responden a Ramón Puerta votaran a favor de una nueva presidencia legislativa de Carlos Rovira (líder del Frente Renovador) se montó un operativo de prensa para dejarlos en «off side». Desde el canal de cable propiedad del millonario yerbatero deslizaron dudas sobre la moral de Blanca Acosta y Pablo Tschirsch. Más tarde, durante el transcurso del lunes, el presidente de Unión Popular Hugo Bellot señaló que habían dado libertad de conciencia a sus legisladores. Lo cierto es que el puertismo no puede mantener una definición clara acerca de sus accionar como oposición. El mismo medio de comunicación cuenta además que el propio Puerta había aconsejado a sus dos legisladores que votaran contra Rovira.
«Unión Popular dejó la libertad de conciencia para que los diputados puedan votar». Esa fue la reflexión de Bellot, al referirse al voto de la diputada Blanca Acosta (UP) olvidando que Tschirsch también votó en coincidencia con su par. De todas formas dejó en claro que se suponía que no iban a votar a Carlos Rovira.
En tanto el presidente de la legislatura, logró el sábado la reelección al frente de la presidencia de la Legislatura misionera, iniciando su quinto mandato consecutivo manejando a placer y conveniencia un recinto donde las dos terceras partes de los diputados le responden casi con reverencia pretoriana.
Sólo los tres legisladores de la UCR, Luis Pastori, Horacio Ernesto Spallanzani y el recién ingresado Walter Molina, le esquivaron a la «tradición» parlamentaria de consentir con el voto a Carlos Rovira, por haber sido cabeza de lista del frente electoral más votado en los comicios provinciales de junio pasado.
Sin embargo, el resto del puñado de legisladores que suelen moverse como «resistencia opositora» de la Renovación, los peronistas Blanca Acosta y Pablo Tschirsch (Unión-Pro), el camionero Adolfo Velázquez (FpV) y su ex aliado Adolfo Pischik; Claudio Wipplinger y Víctor Kreimer (Trabajo y Progreso); y Héctor «Cacho» Bárbaro (del Partido Agrario y Social), avalaron la continuidad de Rovira como presidente del Poder Legislativo, cada uno con sus excusas del caso.
Según el canal de cable Misionescuatro la legisladora Acosta, argumentó que su voto apoyando al diputado Carlos Rovira al frente de la Legislatura no significa que deje de ser opositora dentro de la Cámara y explicó que optó por un voto «institucional a la propuesta de la mayoría legislativa». Acosta designada, casi de inmediato, como suplente en el Consejo de la Magistratura
Con respecto a su apoyo a Rovira, «hemos pensado y trabajado junto a un grupo de compañeros en el acuerdo político y darle el voto manteniendo nuestra identidad de oposición, tal como lo expresé en la Cámara.»
De acuerdo con Acosta, su idea fue la de «hacer un voto institucional a la propuesta de la mayoría legislativa» que refleja «el mandato del pueblo que se expresó el día 26 de julio cuando con un caudal de votos que no podemos desconocer. (Que) eligieron a quien hoy gobierna esta provincia y quien preside la legislatura. Vamos a seguir trabajando en función de lo que el pueblo expresó», anticipó la legisladora que no expresó su supuesta disidencia con el oficialismo en esta votación.
«No lo hice pensando en que me aprueben algún proyecto sino en mantener la calidad institucional y mantener mi trabajo de oposición en esta legislatura», sostuvo Acosta, quien agregó que La legisladora comentó que «desde un principio quisiera apostar al diálogo en este poder (legislativo) y a tratar de generar instrumentos legales que beneficien al conjunto de la ciudadanía.»
Cabe recordar que para el Consejo de la Magistratura, fueron designados los representantes legislativos Alicia Duarte y Adolfo Wipplinger como miembros titulares, y los diputados Juan Agulla y Blanca Acosta como suplentes.
El artículo del canal de Puerta señala llamativamente al final del artículo que «quien interprete que la votación de Acosta tuvo algo que ver con su posterior designación como suplente en el órgano que controla al Poder Judicial, es evidentemente una persona excesivamente suspicaz».
Lo también llamativo es que el mismo medio de comunicación había señalado que «el ex gobernador Puerta les había aconsejado no votar a Rovira, teniendo en cuenta que el caudillo renovador «desprecia las Instituciones» y encima «se robó cuatro bancas» que Constitucionalmente corresponden a la oposición.
Durante la sesión del sábado último, el radicalismo hizo su último intento político y jurídico de frenar la asunción de cuatro de los 18 diputados que sumó el Gobierno. Volvió a cuestionar con dureza a la Junta Electoral, que legisló por encima de la Constitución misionera y dejó a la oposición sólo con el reparto de dos bancas, cuando la Carta magna se encarga de darle mayor representatividad a los partidos de la oposición.
Tschirsch y Acosta, aliados al ex gobernador Ramón Puerta en Unión Popular, decidieron esquivar las «sugerencias partidarias» de votarse cruzados, sin tener que respaldar la continuidad de Rovira al frente de la Cámara, teniendo en cuenta el desprecio que el caudillo renovador suele adjudicarle a sus adversarios políticos y a las reglas que impone la convivencia institucional.
«Es en democracia una costumbre apoyar al candidato de la mayoría, pero eso no sucede en Misiones, donde las instituciones no son respetadas y el oficialismo se robo hasta las bancas de diputados, y nosotros somos oposicion para eso la gente nos voto, pero sobre todas las cosas respetamos las instituciones, cosa que en la Renovacion no hacen, por eso no se puede avalar con el voto a Rovira…», les aconsejó el ex gobernador Ramón Puerta a los Tschirsch y Acosta, de como proceder a la hora de la votación de presidente de Cámara.
Desde Unión-Pro, en ese contexto, revelaron que la decisión de Tschirsch y Acosta de votar a Rovira fue «exclusivamente una decisión de ellos, personal. Ni de Puerta ni tampoco de la conducción partidaria de Unión Popular».
A la hora de los alegatos, Tschirsch reivindicó su posición de «contrario» al modelo autoritario del Gobierno Renovador, pero remarcó -al igual que su compañera de bancada, Blanca Acosta- ser «consecuentes con la tradición parlamentaria» de votar al diputado del Frente más votado en las elecciones pasadas.
Otro tanto hizo Claudio Wipplinger del partido Trabajo y Progreso que reivindicando su condición de opositor dijo que, no obstante, no respondía «a estructuras nacionales, a los capangas ni a sponsors de la política…».