La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó respecto de sus dos primeros meses de gobierno que ejercer ese cargo «es como escalar el Everest todos los días», porque siempre encuentra «una pila de problemas para resolver». Rousseff participó del popular programa televisivo Mais Voce, de la TV Globo, donde cocinó un omelette y dedicó gran parte de su tiempo en destacar los derechos femeninos y el hecho de ser la primera presidente mujer del país.
«Ser presidenta es como escalar todos los días el Everest. No hay un día en el que no tenga una pila de problemas para resolver», dijo Rousseff, citó ANSA.
La presidenta conversó sobre el cáncer linfático que se le presentó en 2009 y del que se curó y defendió el simbolismo de su elección siendo mujer, rechazando el mote de «dura» que le endilgan por su forma de gobernar.
«Siempre que una mujer hace algo, dicen que es dura. No escuché decir eso de ningún hombre presidente. Es interesante porque esperan de nosotros cierta fragilidad. Cuando una mujer asume un alto cargo, es vista como fuera de su rol, pero a partir de ahora eso será algo normal y natural», afirmó.
La mandataria afirmó que su padre, un inmigrante búlgaro, le legó la devoción por los libros y por la justicia social.
«El lugar donde mejor me siento es en una librería», dijo la economista y exguerrillera, quien recordó que entre cuentos de princesas el padre la obligaba a leer al ruso Fedor Dostoievsky.