El menor de los Schoklender desmintió a su hermano y aseguró que la Fundación Madres de Plaza de Mayo no contribuyó al «financiamiento de campañas proselitistas, ya sea mediante la confección de afiches o piezas gráficas en general, o solventando gastos propios de dicha actividad». Mediante un escrito de cuatro carillas presentado ante el juez federal Norberto Oyarbide y al que Télam tuvo acceso, Pablo salió al cruce de declaraciones de su hermano Sergio y descalificó sus «curiosas e intempestivas manifestaciones vertidas públicamente», al tiempo que reconoció que están distanciados.
Pablo afirmó que las imputaciones del ex apoderado de las «Madres de Plaza de Mayo» configuran «mensajes confusos, evidentemente parciales y mal intencionados, y con el claro propósito de confundir a todos aquellos que colaboran con el trámite de la investigación, y en forma general a la opinión pública».
El menor de los Schoklender señaló que no puede «atribuirse a la fundación el haber contribuido, tanto en el orden nacional como en el ámbito local, al financiamiento de campañas políticas».
Respecto de declaraciones públicas de su hermano, Pablo sostuvo que no las comparte ya que están «plagadas de falacias e injurias» y que «me cuestan calificar por su evidente intencionalidad».
En otro de los párrafos subrayó «enfáticamente» su «natural distancia y rechazo a cualquier estrategia que busque, so pretexto de una mejor o más efectiva defensa, confundir, distorsionar y politizar cuestiones que se encuentran siendo analizadas jurisdiccionalmente».