Oscar Thomas y Altino Ventura presidirán el ente binacional de Garabí-Panambí

Es el Primer proyecto en sociedad con Brasil. El viernes 9 de marzo el ministro de Planificación Federal Julio De Vido y el titular del Ministerio de Energía y Minas de la República Federativa del Brasil, Edison Lobao, procederán a la apertura en el Palacio de Hacienda de las ofertas que definirán las firmas que se adjudicarán la realización del proyecto ejecutivo definitivo de las represas de Garabí y Panambí por ejecutarse sobre una serie de 42 diferentes opciones posibles de emplazamiento sobre el alto curso del río Uruguay.

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Se trata de los primeros proyectos hidroeléctricos que se abordarán con el Brasil al costo de una inversión estimada en unos 5.000 millones de dólares.

El futuro ente binacional por constituirse con el Brasil para desarrollar los proyectos del río Uruguay será presidido, por la parte argentina, por el arquitecto Oscar Thomas, actual director ejecutivo de la Entidad Binacional de Yacycretá y titular de Emprendimientos Binacionales (EBISA), mientras que por el vecino país socio se desempeñará el ingeniero Altino Ventura Filho.

Otro de los aspectos más salientes de los proyectos que están en vías de lanzamiento concierne a que el financiamiento se recostará sobre la formidable potencialidad del Banco Nacional de Desenvolvimiento Económico y Social (BNDES).

Además del proyecto ejecutivo de ingeniería por adjudicarse, las empresas que resulten ganadoras en virtud de sus ofertas económicas, también deberán planificar los estudios de impacto ambiental respetarán esos cierres, cuya afectación de anegamiento de tierras sobre ambas orillas resultaría mínimo. Uno de los aspectos más importantes para el país es que el embalse del curso superior no afectará la belleza de los saltos del Moconá (Misiones).

Los proyectos de Garabí y Panambí configurarán este año la mayor obra pública por iniciarse en la nueva etapa que se abrió tras la finalización definitiva de otros grandes proyectos energéticos de morosa ejecución, como fueron los casos de Yacyretá y Atucha II.

Las obras, en cambio, se repartirán entre empresas de ambos países.