En la semana del 25 al 1 de octubre la Fundación Sonríe la Vida junto con la Universidad Abierta Interamericana, desarrollarán un nuevo operativo de salud bucal en distintas escuelas de las localidades de Santo Pipó, San Martín y San Mártires. El lunes 26 de septiembre, el gobernador Hugo Passalaqcua, la parlamentaria del Mercosur Cecilia Britto, y los responsables de la iniciativa, realizarán una conferencia de prensa a las 11 horas, en Casa de Gobierno, donde se darán detalles de las actividades planificadas.
La campaña de salud bucal se realiza en la provincia desde hace siete años, contando siempre, desde el principio, con el apoyo del entonces vicegobernador Passalaqcua, y los resultados de la misma ya pueden ser visibilizados en las bocas sanas con las que se encontraron los profesionales, los últimos tres años.
Además de la visita del doctor Claudio Romero, titular de la Fundación Sonríe la Vida y el decano de la Universidad Abierta Interamericana (UAI), Alberto Grandinetti, se contará con la colaboración de Boca Social, representada por Enzo Pagani, y de Lorena Oviedo organizadora del “Camino de la Fe del cura Brochero”.
Cabe señalar que según lo documentado por la UAI, en el último operativo se atendieron aproximadamente 1500 chicos y se realizaron 4.509 prestaciones, gracias a los más de 50 dentistas que se trasladan para poder concretar la labor.
En esta oportunidad el evento también servirá para lanzar desde Misiones y para el mundo, el “Camino de la Fe del cura Brochero”, que será nombrado santo el próximo 16 de Octubre, por el Papa Francisco.
Asimismo el proyecto de Sonríe la Vida, será presentado en El Vaticano, por su altísimo impacto social.
José Gabriel del Rosario Brochero, más conocido como cura Brochero, será el primer santo 100 por ciento argentino. El sacerdote que evangelizó a lomo de mula las sierras de Córdoba e hizo propias las necesidades de los sectores más pobres y excluidos de esta región mediterránea, vivió entre 1840 y 1914, y según los testimonios, movilizaba a miles de hombres y mujeres -campesinos, delincuentes, olvidados- a través de caminos inhóspitos. El cura murió sordo, ciego y enfermo de lepra por compartir el mate junto a pacientes con esa enfermedad.