El fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, dijo el martes que no estaba seguro si la prisión para sospechosos de terrorismo en Bahía de Guantánamo, Cuba, sería cerrada al final del primer mandato del presidente Barack Obama. «No sé», dijo Holder al subcomité de gastos de la Cámara de Representantes. «Haremos todo lo posible».
Holder declinó brindar algún nuevo detalle de planes de cómo procesará la administración a los sospechosos de terrorismo detenidos en la prisión de Bahía de Guantánamo, pero dijo repetidamente que la administración aún planeaba cerrar la instalación.
El Congreso de Estados Unidos ha prohibido a la administración Obama traer algún detenido a suelo estadounidense para juicio o detención, lo que dificulta considerablemente el esfuerzo para cerrar la prisión.
Funcionarios del Gobierno de Obama han dicho que la prisión sirve como herramienta de reclutamiento de militantes anti-estadounidenses y ha hecho difícil negociar con algunos aliados de Estados Unidos que reciban detenidos que han sido absueltos de las acusaciones.
Los republicanos y hasta algunos de los colegas demócratas de Obama se han opuesto a traer a presuntos terroristas a suelo estadounidense para procesarlos en tribunales federales tradicionales y en cambio quieren que sean enjuiciados en comisiones militares especiales en la prisión de Guantánamo.
