La medida se dio a conocer a través del Decreto 1024/2024 que modifica la reglamentación de la Ley N° 17.565 para regular la venta de medicamentos en farmacias habilitadas y otros establecimientos, incorporando nuevas condiciones de seguridad y acceso.
La norma establece que los medicamentos de venta libre -sin receta- podrán exhibirse en góndolas dentro de farmacias, siempre que se respeten condiciones estrictas:
En tanto que en los comercios no habilitados como farmacias, como supermercados o kioscos, la venta estará restringida a antiácidos y analgésicos, aunque la autoridad de aplicación podría ampliar este listado en el futuro.
Por otra parte, la norma establece que los medicamentos bajo receta solo podrán venderse en farmacias habilitadas y bajo supervisión de un farmacéutico responsable. También se permitirá la venta mediante canales electrónicos seguros.
Respecto a Misiones se trata de la Ley XVII–Nº 93 que regula la actividad farmacéutica en la provincia y dispone que el expendio de los fármacos, aunque sean sin receta, se pueden adquirir únicamente en las farmacias. “Está en plena vigencia y estamos haciendo todo lo posible para siga tal cual está”, aseguró Vania Ilchuk, presidenta del colegio misionero
¿Pero qué pasa en Misiones y cómo afecta esta medida en la tierra colorada? La provincia tiene su propia ley, la XVII–Nº 93 de “Regulación del Ejercicio de la Actividad Farmacéutica”, que en sus primeros artículos estipula que el expendio de fármacos, incluidos los que no necesitan receta, le corresponde a las farmacias.
Ilchuk, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de la provincia detalló que lo dispuesto por Nación no debiera impactar dado su ley provincial “que está en plena vigencia y estamos haciendo todo lo posible para siga tal cual está”.
La ley provincial, en el artículo 3 de su primer capítulo, establece: “El medicamento es un bien social y debe ser dispensado al público exclusivamente en los establecimientos farmacéuticos habilitados por la autoridad de aplicación para tal fin, aun cuando se trate de aquellos de expendio sin receta. Su dispensación fuera de esos lugares es considerada ilegal y sancionada conforme a las previsiones de la presente, ello sin perjuicio de las penalizaciones contempladas en el ordenamiento legal”.
“Todo lo que se promociona y sale con bombos y platillos en Capital, y a través de las noticias, hace que muchos comerciantes empiezan a vender medicamentos, lo cual no está permitido nuestra provincia”, subrayó Ilchuk. Es que desde principios de año se enfrentan a esta realidad en los municipios de la provincia que evidencian el comercio de medicación sin recetas en los kioscos barriales.
“Es una pelea que la estamos teniendo entre el colegio, ministerio (de salud) y los distintos municipios porque obviamente que nosotros al no habilitar los comercios no tenemos injerencia, debemos hablar con la parte municipal que son los que habilitan para que procedan ante el incumplimiento de lo que proclama nuestra ley”, sostuvo la presidenta del colegio.
Sobre la comercialización de estos medicamentos en las góndolas de las farmacias, hizo la diferenciación en que no todas tienen la infraestructura para hacerlas, dado que en la provincia la mayoría son medianas y pequeñas, aunque señaló al menos lo positivo de ello es al menos que “los medicamentos están en la farmacia bajo supervisión de un profesional farmacéutico y que la adquisición de estos productos va a ser por los canales que deben ser”.
Esta noticia anunciada a través de un comunicado por el Ministerio de Salud nacional y que después fue ahondada en la red social X por Federico Sturzenegguer, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, probablemente hará que aumenten los almacenes y kioscos que ofrecen medicamentos, lo que para Ilchuk es un riesgo para la salud no sólo por la automedicación constante sin supervisión sino también por el desconocimiento de su origen.
“Vemos como una preocupación porque pueden ser personas que estén polimedicadas, personas alérgicas a algún componente, no quiere decir que eso no pueda ocurrir, pero en la farmacia hay alguien que se hace responsable o te puede dar un consejo de seguridad ‘veo que está consumiendo mucho sertal, por qué no te vas a hacer un chequeo a ver si nos estás con un problema de vesícula’”, sostuvo y agregó: “El comprar y consumir medicamentos para mejorar una patología quizás enmascara a otras que son peores”.
La profesional consideró que muchas disposiciones se hacen pensando en las grandes urbes y no tienen en cuenta la realidad de las provincias. “Siempre hablamos de que jamás queremos que el farmacéutico, por más conocimiento que tenga, automedique a un niño, a un anciano, a una embarazada, siempre siempre estamos pendientes de cuidar esas cosas, por más que sea darle un paracetamol. El niño tiene que ir a la guardia así como el anciano polimedicado, salvo patologías que son tan claras que vos lo puedas resolver, pero si no automedicar es un grave error, es donde más cuidados tenemos”, reforzó Ilchuk.
En ese marco, recalcó que para el ejercicio de su profesión y del expendio de medicamentos, el farmacéutico tiene un compromiso ético, una responsabilidad, que se paga un seguro por mala praxis y que además deben contar con todos los requisitos y papeles por si hay alguna eventualidad.
“El kiosquero no tiene eso, no se hace responsable si a vos te pasa algo. A veces tenemos esta discusión de que el kiosquero te dice que la farmacia también vende caramelos, sí, pero no es lo mismo un caramelo que un medicamento”, cerró haciendo hincapié en que la denominación de venta libre no significa que puede ser vendido en cualquier sitio, sino que no necesita receta para ser comprado. (con información diario El Territorio)