En el cómputo interanual, la agricultura y la minería fueron las únicas actividades que registraron crecimientos importantes en el mes, del 23,6% en el primer caso y del 5,7% en el segundo. También hubo subas marginales en Transporte y comunicaciones, Enseñanza y Electricidad, gas y agua.
Por su parte, diez sectores económicos de actividad mostraron caídas en la comparación interanual, entre los que se destacan Construcción (-14,8% ia) y Pesca (-9,9% ia), Industria manufacturera (-5,6% ia) y Comercio mayorista, minorista y reparaciones (-5,3% ia).
También hubo retracción, aunque en menor medida, en otros segmentos como Hoteles y restaurantes, Servicios comunitarios, Intermediación financiera, Impuestos netos de subsidios, Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler.
El EMAE de julio es el primer dato oficial sobre la actividad económica de la segunda mitad del año. Pocos días atrás, el Indec informó que en el primer semestre de 2024 el Producto Bruto Interno (PBI) se redujo un 3,4% en coincidencia con el inicio de la gestión de Javier Milei. El resultado es consecuencia de una caída del 5,2% registrada en los primeros tres meses del año y de una baja del 1,7% en el segundo trimestre.
Según el proyecto de Presupuesto 2025 enviado al Congreso, el Gobierno espera una retracción en la economía del 3,8% para el año calendario 2024. La proyección oficial indica que el año próximo la recuperación económica derivará en un crecimiento del 5 por ciento.
Según el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, Cepal y BBVA, el Producto Interno Bruto (PIB) argentino caerá un 3,2% durante este año. Entre los cuatro organismos, el que arrojó la peor estimación es BBVA, que en junio pasado proyectó una retracción del 4% para la economía argentina. Fue menor la caída proyectada por Cepal (-3,1%), mientras que el Banco Mundial y el FMI coincidieron en que nuestro país terminará el año con un retroceso del PIB del 2,8%.
A nivel interno las expectativas son igualmente negativas. Según los analistas que consulta mensualmente el Banco Central en su Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), el PIB argentino cerrará el 2024 con una caída del 3,8%, el mismo que plasmó el Gobierno en el proyecto de Presupuesto. Se trata de un pronóstico pesimista en comparación al realizado por el Banco Mundial, el FMI y Cepal, pero optimista en relación al cálculo del BBVA.
De todas formas, se debe tener en cuenta que las estimaciones de crecimiento se realizaron en diferentes épocas del año, por lo que no son directamente comparables entre sí, De hecho, el propio análisis de los especialistas consultados en el REM fue cambiando a lo largo del año. En enero, los especialistas tenían una lectura menos extremista y anticipaban que el PBI cerraría en diciembre con un retroceso del 3%. En agosto, como se mencionó, la perspectiva se volvió más pesimista (-3,7%).