La ley aprobada busca promover la participación de promotoras de género en actividades municipales, provinciales, nacionales e internacionales relacionadas con la temática; fomentar la inclusión de las características culturales de las poblaciones; promover el pleno ejercicio y respeto de los derechos humanos; y fomentar la educación respecto de la diversidad de género.
Las promotoras de género tendrán las funciones de actuar como nexo entre la comunidad y los actores del ámbito público; desarrollar actividades de promoción, prevención y protección; y brindar información de organismos que intervienen en los casos de violencia, así como también de los derechos correspondientes, y sobre los mecanismos de denuncia y judicialización.
Además, generar espacios de participación comunitaria a través de cursos, charlas, talleres y actividades barriales de sensibilización y capacitación; orientándose a desarmar prejuicios y estereotipos para la detección temprana de casos y su posterior acompañamiento; llevar un registro de los casos de violencia; y acompañar a las víctimas durante el proceso judicial.
La diputada mandato cumplido Myriam Duarte, impulsora de la iniciativa, consideró que “las promotoras de género, al ser integrantes de la comunidad, son consideradas ‘iguales’ y su sola presencia promueve el empoderamiento de las mujeres, y propicia cambios subjetivos de modo tal que se vuelvan actores sociales que se sientan y asuman como sujetas de derechos”.
La legisladora aclaró que “las promotoras no quedan atrapadas en la lógica asistencial, modalidad naturalizada como práctica dominante; por lo tanto generadora de dependencia”, sino que “ellas apoyan y acompañan el empoderamiento y así promueven la participación”.