El discurso del gobernador Hugo Mario Passalacqua dirigido al pueblo de Misiones desde la Casa de las Leyes (tal como Manda la Constitución provincial) estuvo muy bien argumentado desde la política de convivencia democrática y con anuncios optimistas.
Ahora, la única Persona Mayor incluida en la exposición fue el orador (67, el 20/11/24). Dato: somos 180.000 en Misiones existimos y votamos.
Los constructores del texto fino de las alocuciones del 1 de mayo vienen invisibilizando sistemáticamente a las Personas Mayores, que gozamos de Derechos Humanos con Jerarquía Constitucional desde noviembre de 2022.
Paradójicamente, la Legislatura de Misiones es muy buena productora de leyes específicas que promueven una mejor calidad de vida para las Personas Mayores, aunque es cierto que varias de ellas aún esperan ser reglamentadas para su aplicación plena.
Puede decirse también que no son necesarias las menciones porque la mayoría de las políticas públicas alcanzan a los 180.000 viejos residentes en Misiones. No es mal argumento. Pero, ¿por qué no exhibir en ese escenario las acciones puntuales?
Hay una exaltación exacerbada de la juventud (que no es eterna) y las acciones dedicadas a ella, en contraposición a un silencio respecto del futuro: porque les pese o no, el futuro es la vejez y a todos les llegará la tarde.
Cada vez habrá más gente conviviendo en ese atardecer, porque la longevidad deja de ser un fenómeno.
Gracias a políticas sanitarias, vacunas, mejor calidad de vida, más somos los viejos de vida extendida.
Sería bueno detenerse a reflexionar sobre el asunto, antes que sea tarde.