El ministro de Gobierno Jorge Franco busco calmar las denuncias a los intendentes de diversas comunas que denuncian serias irregularidades y posible defraudación en la gestión de fondos públicos de sus predecesores. Recordó a los intendentes entrantes que, en algún momento ellos mismos serán «salientes».
Intendentes de diversas localidades del interior de la provincia, al poco tiempo de asumir en funciones, están denunciando serias irregularidades en el manejo de fondos públicos de sus predecesores, así como también estados precarios y deficitarios de las intendencias que reciben. Esto sucede aún en los casos en que el intendente electo y el saliente pertenecen al mismo partido político, es decir, el Frente Renovador.
El caso más resonante es el de Puerto Iguazú, en el que el saliente Claudio Filippa (designado por el gobernador Closs como directivo de EMSA) dejó el municipio con un sobregiro de 16 millones de pesos. Pero no es el único, también el intendente electo de Apóstoles, Mario Vialey denunció un déficit de 3 millones de pesos, denuncia que se suma a la de los intendentes de Montecarlo y San Ignacio, entre otras.
Respecto de esta situación Franco opinó que los nuevos intendentes no tendrían que hacer tanto «circo» y deberían recordar que ellos mismos serán intendentes salientes en algún futuro más o menos próximo. Franco, intentando minimizar las denuncias que salpican a su propio partido, el Frente Renovador, explicó que «cuando un intendente tiene una deuda de 600 mil pesos sobre un presupuesto de 12 millones, eso es manejable. Hay una mediatización que más tiene que ver con temas particulares, si hay irregularidades, se hace la denuncia y la justicia actuará», comentó el ministro.
